En un comunicado, la Autoridad para la Prevención y la Lucha contra la Violencia en el Deporte (APCVD) anunció que el seguidor del Farense, de 53 años, no podrá asistir a ningún evento deportivo mientras dure la investigación del caso, y si es condenado podría ser expulsado un máximo de tres años.
Además, podría tener que pagar una sanción de entre 1.750 y 50.000 euros.
Según la APCVD, si el hincha no acata la medida, podría ser detenido por un delito de desobediencia.
El incidente ocurrió el pasado sábado durante la parte final del partido de la 21ª jornada entre el Farense y el Famalicão (1-1), cuando Chiquinho se preparaba para lanzar un saque de esquina y fue insultado.
Poco después, el extremo luso-caboverdiano se dirigió al árbitro y señaló a la persona en cuestión.
El atacante fue arropado tanto por sus compañeros del Famalicão como por sus rivales, y en los altavoces del estadio sonó la frase "Estamos a favor del fútbol y en contra del racismo".