Pogacar cierra las grietas a base de ataques

Luis Miguel PascualLe Grand Bornand (Francia), 3 jul (EFE).- Apenas han durado unas horas las dudas sobre la superioridad extraordinaria del esloveno Tadej Pogacar en el Tour de Francia.

https://cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/abccolor/3IJZ3QIUVJGC5BIWUT6Q526X6U.jpg

Cargando...

Un día después de que su equipo se viera incapacitado para echar abajo una escapada con hombres de prestigio, lo que alimentó las dudas sobre su posible victoria final, el líder del UAE acalló bocas con un ataque lejano, tan fuerte como eficaz, que dejó visto para sentencia su segundo Tour.

A sus 22 años, el joven prodigio esloveno se enfundó por segunda vez en su carrera un maillot amarillo y puso rumbo directo a su segundo triunfo consecutivo en la ronda gala.

Ninguno de sus rivales encontró argumentos ya para pensar que el primer puesto del podio de París tendrá otro inquilino diferente al del año pasado y todo apunta a que las estrategias se dirigirán ahora a repartirse el resto de los honores que entrega la carrera.

Pogacar, que ya asestó un golpe letal al Tour en la contrarreloj del quinto día, demostró que también en la alta montaña es el más fuerte. Sin oposición.

Picado en su orgullo, molesto con las críticas que recibió su equipo la víspera por no saber controlar la carrera, el esloveno decidió acallar bocas y no negó que su actuación tuvo mucho que ver con la venganza.

"Todos corrían contra nosotros. Hoy he pensado que la mejor defensa era un buen ataque", afirmó en la meta.

CONFIANZA Y FUERZA

La cruzó en tercera posición, dándose unos golpes en el pecho que denotaban tanta satisfacción como convencimiento. Puede que el suyo no sea el equipo más potente, pero más seguro parece que no necesita a nadie para sobrevolar el Tour.

Solo el ecuatoriano Richard Carapaz pareció tener arrestos suficientes para intentar hacerle sombra. Pero su respuesta fue corta, apenas un par de kilómetros por las rampas del Col de Romme, una oposición más de orgullo que de auténtica capacidad.

El ganador del Giro de 2019 emerge como el único con voluntad de plantar cara, aunque por ahora solo se está llevando sopapos en su intento de animar el Tour.

Ninguno de sus compañeros está ya en disposición de contestarle su condición de jefe de filas, pero la superioridad de Pogacar es tal que sus aspiraciones parecen relegadas a conseguir el segundo puesto.

Carapaz tiene camino por delante y del que más se adapta a sus características de escalador. El sexto de la general a 5.01 del líder, y por delante tiene rivales que deberían ir cediendo espacio a medida que las carreteras se adentren en los terrenos más escarpados.

El kazako Alexey Lutsenko y el colombiano Rigoberto Urán aparecen como sus rivales más duros en las etapas montañosas, pero Carapaz ha demostrado que tiene arrojo, aunque por ahora sus ataques no han dado el fruto esperado.

Su actitud, por ahora, parece el único antídoto para contrarrestar la idea generalizada de que el Tour ha terminado.

Algo que se obstina en repetir también el propio Pogacar, aunque su sonrisa le delata casi más que el dominio que muestra sobre el asfalto.

"Queda mucho camino por delante. Es verdad que me estoy encontrando muy bien, que tengo mucha confianza, pero todavía no ha terminado. Lo que es seguro es que vamos a trabajar para defender este maillot amarillo al cien por cien", afirma.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...