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Los Yanquis informaron horas antes que diese comienzo el partido que dentro de su organización se habían registrado varios casos positivos de covid-19 y los lanzadores, el derecho nicaragüense Jonathan Loaisaga, y los zurdos Nestor Cortés y el dominicano Wandy Peralta habían sido colocados en la lista de lesionados de Covid-19.
La oficina de las Grandes Ligas informó que el aplazamiento fue para permitir más pruebas y rastreo de contactos.
Por su parte, el gerente general de los Yanquis, Brian Cashman, confirmó que dentro del equipo se habían dado la pruebas positivas de Loaisaga, Cortés y Peralta y aun estaban pendientes otras tres, que también son de jugadores.
Casham destacó que todos los jugadores se encontraban en perfectas condiciones de salud y que la situación se presentaba muy "fluida".
Nueva York fue uno de los primeros equipos de las Grandes Ligas en alcanzar el umbral de vacunación del 85% para disminuir los protocolos de coronavirus, como dejar caer el uso de máscaras en dugouts y bullpens.
Los jugadores de Nueva York estaban en el campo realizando prácticas de bateo temprano unas 3 horas y media antes del inicio programado cuando los Yanquis pidieron a los medios que abandonaran el campo mientras el equipo realizaba las pruebas de Covid-19.
Boston entró al campo cuando se anunció el aplazamiento para comenzar la práctica de bateo.
Este es solo el octavo juego pospuesto debido al Covid-19 en lo que va de año y el primero desde el 19 de abril (Minessota-Oakland).
El año pasado se dieron 51 aplazamientos dentro de la reducida temporada de las Grandes Ligas debido al coronavirus.