250 puestos de trabajo para la Madrid Horse Week

Juan José LahuertaMadrid, 26 nov (EFE).- Entre el viernes 26 de noviembre y el domingo 28, el IFEMA Madrid Horse Week volverá a abrir sus puertas tras el parón que sufrió el año pasado provocado por el coronavirus. Los mejores jinetes del planeta competirán en la Copa del Mundo de Doma y Salto en un evento atractivo que va más allá del deporte: es un motor económico muy potente en la industria de la hípica que beneficia a la Comunidad de Madrid y al Estado.

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Analizar detenidamente los números de la Ifema Madrid Horse Week conduce a una conclusión evidente; es rentable. Y mucho. Poco a poco, desde su primera edición en 2012, ha ido evolucionando hasta convertirse en un acontecimiento imprescindible en el calendario de cualquier aficionado al mundo del caballo.

Los números hablan por sí solos: la Ifema Madrid Horse Week genera 250 puestos de trabajo y un impacto económico, según un estudio de la consultora Accenture, de una cantidad superior a los 250 millones de euros.

Veterinarios, herreros, azafatas, personal de seguridad y de montaje y desmontaje, camareros o cocineros, son solo algunos de los beneficiados directos del impacto de un acontecimiento que ha conseguido traspasar fronteras. Y, de rebote, también se benefician la hostelería, la cultura (museos y teatros) y el comercio, que atraen a un público fiel que en un 87 por ciento repite año tras año.

La inversión con retorno es tan buena, que cuando la organización del evento presentó toda la información al ministerio de Hacienda a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), consiguieron la calificación de "evento de interés especial para el país" que han renovado en tres ocasiones.

Desde el Gobierno de España, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, IFEMA y la Federación Española de Hípica hay un 'quorum' general. Para todas las administraciones y organismos, aporta valor al sector hípico y a la ciudad de Madrid por las miles de visitas que recibe la capital de España.

Y es que el atractivo de la IFEMA Madrid Horse Week no sólo reside en que es sede de la Copa del Mundo de Salto y Doma, un imán ya de por sí potente. Alrededor de la competición hay más actividad. No todo empieza y termina en ver los intentos de la representación española (Beatriz Ferrer-Salat, Juan Matute, Juan Antonio Jiménez, Claudio Castilla y Alejandro Asencio) en hacer un buen papel en la Copa del Mundo.

El público que acuda a IFEMA también puede presenciar la Copa 'Maestros de la Vaquera', volteo, póneys, alta escuela o restauración de primera categoría en las zonas VIP con Uzalacaín al mando. Y todo por un precio bastante asequible, entre los cinco y los treinta euros.

COMPLICACIONES DERIVADAS DE LA PANDEMIA

¿Pero cómo se organiza un evento de semejante categoría en el que convergen cerca de 300 caballos con sus respectivos jinetes junto a un montaje que acoge a miles de personas? La respuesta la tiene Álvaro Arrieta, presidente de Oxer Sport, uno de los organizadores del IFEMA Madrid Horse Week.

Arrieta aseguró a la Agencia EFE que después de casi diez años de experiencia con IFEMA, con quien tenía todo coordinado, la vuelta a la "normalidad" tras un año de sequía trajo algunos problemas que han podido ser solucionados a tiempo.

"Cambiaron equipos, personas nuevas y la pandemia trajo un frenazo dentro de la inercia. También este año hemos tenido dificultades económicas por las dudas que había en el deporte, con la covid. Y una peste equina en Europa entre marzo y abril que paralizó la competición. Todo ha ido alargando la duda de si hacíamos o no el evento y cuando hemos tomado la decisión de hacerlo, a mitad de octubre, teníamos casi un mes para organizarlo. Lo hemos hecho en tiempo récord", destaca.

La inversión total para poder llevar a cabo el Ifema Horse Week asciende a 3'6 millones de euros. Un 60 por ciento corresponde a donaciones y sponsors. El resto del dinero llega a través de la zona comercial, venta de entradas o productos de Hospitality VIP. Sin embargo, para esta edición, no hubo la misma facilidad que en anteriores para atraer sponsors.

"No debería ser complicado atraer sponsors y no lo era en 2018-2019. Después del Covid lo es. Muchas empresas no lo ven claro y no tienen su expectativa de negocio en el próximo año. La capacidad de apostar se resiente cuando hay dudas. Pero hay patrocinadores muy fieles y se han incorporado varias marcas, pero en general ha costado muchísimo, aunque lo hemos conseguido", apunta Arrieta.

Está claro que dentro del mundo de la hípica, el Ifema Madrid Horse Week es un gran reclamo para atraer a todo tipo de público, no sólo a expertos aficionados a la hípica más exclusivos. Los precios asequibles y todo lo que hay alrededor del evento es sugerente para familias. Es un modo de generar más afición dentro de un mundo con poca visibilidad mediática pero con una industria muy potente.

LA HÍPICA, UN MOTOR ECONÓMICO PARA ESPAÑA

Los números hablan por sí solos: la hípica, globalmente, genera 300.000 millones anuales. Existen más de 58 millones de caballos en el mundo para más de 37 millones de jinetes. Y, en España, dos datos espectaculares: genera más de 5.300 millones de euros al año, aproximadamente el 0 '51 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país con más de 60.000 empleos directos.

"Es increíble, hay toda una industria detrás. Hace cuatro años que sabemos que somos medio punto del PIB y tendríamos que ir con el letrero en la frente cada vez que hablamos. Nos falta la capacidad y la determinación para que la gente sepa que somos una industria que genera un montón de puestos de trabajo. Es difícil encontrar un pueblo sin un picadero. Entre el hipódromo, las disciplinas federativas o las rutas a caballo, somos medio punto del PIB, que es importante", asegura Arrieta.

A partir de este viernes, a lo largo del fin de semana, la IFEMA Madrid Horse Week demostrará que forma parte de una maquinaria económica invisible pero importantísima. Ha puesto la carne en el asador para que el público que asista a todos los eventos disfrute como nunca. Y, como no, la organización también cuidará de la parte más importante del espectáculo: los caballos.

"Nos vamos a acercar bastante a los 300 caballos. Un concurso hípico tiene doble vertiente, la importancia de los deportistas y los animales. Hay que cuidar temas de herraje, veterinarios, horarios de entrenamiento, alimentación. Hay una parte para los jinetes y un montaje espectacular para los caballos. Camiones, tienen que venir con pasaportes con vacunación, controles veterinarios exhaustivos... cuidado máximo", incide Arrieta.

Cada detalle, está cuidado al milímetro. La perfección es un sello de identidad de la organización y hay ganas de caballos en Madrid, que se aprovechará de un evento que dejará una gran cantidad de beneficios en la ciudad. Y es que, el IFEMA Madrid Horse Week es, dentro de la hípica, un motor económico relevante en una industria muy potente.

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