Gidsel y Pytlick, los nuevos "wunderkinds" del balonmano danés

Javier Villanueva Gdansk (Polonia), 26 ene (EFE).- En una selección plagada de estrellas los jóvenes laterales Mathias Gidsel y Simon Pytlick han acaparado todos los focos en un equipo danés, que tratará de dar este viernes (18:00) ante España el penúltimo paso hacia la consecución de su tercer título mundial consecutivo, una gesta nunca antes lograda por nadie.

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Para ello, el seleccionador danés Nikolaj Jacobsen no ha dudado en entregar las riendas del equipo a Gidsel, de 23 años, y a Pytlick, que cumplió el pasado mes de diciembre los 22, el último producto de la inagotable cantera de talento que es el balonmano danés.

"Es que Dinamarca vive por y para el balonmano. Es el deporte más popular y, sin duda, el más importante a nivel de éxitos y de incidencia social. Los jugadores allí son auténticas estrellas y eso hace que los niños los vean constantemente en la tele y quieran ser como ellos", señaló el exinternacional español Albert Rocas, que militó durante un curso en las filas del Kolding danés.

Una enorme base de futuros jugadores que encuentra su acomodo en las sólidas estructuras de cantera de los clubes daneses, que desde edades muy tempranas trabajan en el desarrollo y la formación de las futuras estrellas.

"A la edad de siete, ocho o nueve años los clubes empiezan a captar a estos niños y comienzan a trabajar con ellos dentro de una estructura, en el que muchas veces son los mejores entrenadores, los encargados de este trabajo con la cantera", explicó Claus Moller Jakobsen, exjugador, entre otros, del Ademar León, y que cubre el Mundial para la televisión danesa.

Un trabajo en el que como insistió Jakobsen se presta especial atención al desarrollo técnico de los jóvenes jugadores, una de las señas de identidad de la selección danesa, en la que todos sus integrantes saben lanzar, fintar y pasar.

"En el balonmano danés es muy importante la técnica. Se trabaja mucho para que los jugadores no cometan errores técnicos, que cuiden la posesión de balón, porque si cometes fallos técnicos son goles fáciles que regalas al rival en contraataque", añadió Jakobsen.

Todo ello ejecutado a la máxima velocidad, otra de las señas del balonmano danés, que como advirtió el exjugador del Ademar va abriendo cada vez más las puertas a jugadores más pequeños y veloces como el propio Mathias Gidsel

"Desde hace unos años se está trabajando también con jugadores más pequeños, porque el balonmano es cada vez más rápido y ahora jugadores pequeños como Gidsel sí tienen sitio, porque hace diez años no había un Gidsel en el balonmano, eran todos como Nikola Karabatic, enormes y fuertes", aseguró el exjugador danés.

Una formación en la que el factor físico, el trabajo de fuerza, no comienza a adquirir importancia hasta que los jugadores son mucho más mayores.

"En principio eso no es importante, por ejemplo, Gidsel cuando llegó al GOG donde empezó su carrera era pequeñito, pequeñito y cuando decía que quería jugar de lateral, todo el mundo decía que se fuera al extremo, pero ya tenía esa visión de juego y calidad técnica, que es lo más importante, porque siempre hay tiempo para ir al gimnasio y ponerte fuerte", señaló Jacobsen.

Una evolución imparable que ha llevado a Mathias Gidsel a pasar en apenas tres años de ser un recién llegado a convertirse en la gran estrella del equipo danés tras sus sensacionales actuaciones en el Mundial de Egipto 2019 y, sobre todo, en los Juegos de Tokio, donde fue designado mejor jugador del torneo.

"Es un jugador muy completo, si al principio de su carrera se caracterizaba por sus lanzamientos en penetración, ahora finta, pasa al pivote, lanza de fuera, lanza en apoyo y todo ello con mucha efectividad", destacó el segundo entrenador del conjunto español César Montes, que se encarga de los análisis individuales de los rivales de la selección.

Pero si Gidsel, pese a que apenas lleva tres años en el equipo nacional, ya figuraba como una de las grandes referencias del equipo danés, la auténtica revelación del conjunto nórdico ha sido el lateral izquierdo Simon Pytlick.

"Está jugando un Mundial fenomenal. Llevaba un último año jugando muy bien en la Liga danesa, pero no sabíamos como iba a responder en un Mundial y está haciendo lo mismo que hizo Gidsel hace dos años en Egipto, está jugando a un nivel fantástico", señaló Jakobsen.

Un Pitlyck, hijo del seleccionador danés femenino Jan Pytlick, que llevó a las nórdicas al oro olímpico en los Juegos de Sídney 2000 y Atenas 2004, y que ha dirigido en este Mundial a la selección de Arabia Saudí, que destaca por su potencia de lanzamiento, aunque es más que un simple lanzador.

"Este torneo está siendo du explosión, en los partidos que Dinamarca ha jugado contra los rivales más complejos como Croacia, Egipto o Hungría, lleva una media de ocho goles por partido. Es más lanzador que Gidsel, pero no renuncia a la finta y tiene buena calidad en el pase", advirtió Montes.

Dos jóvenes figuras que se ha convertido en os nuevos "wunderkinds", los chicos maravilla, del balonmano danés, una más que sería amenaza para los "Hispanos" en el encentro de semifinales que disputará este miércoles con el conjunto nórdico.

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