Ajedrez por Zenón Franco: Magnífica entrevista a Vladimir Kramnik

Recientemente, en Berlín, el excampeón del mundo ruso Vladimir Borisovich Kramnik (Tuapseé, URSS, 25 de junio de 1975) concedió una entrevista de 35 minutos, a la plataforma Worldchess, perteneciente a la FIDE.

Aronian vs. Kramnik, Torneo de Candidatos, Berlín 2018 (Foto Vladimir Barsky ruchess.ru).
Aronian vs. Kramnik, Torneo de Candidatos, Berlín 2018 (Foto Vladimir Barsky ruchess.ru).

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Kramnik, retirado del ajedrez clásico desde 2019, respondió a preguntas sobre las causas de su retiro, su trabajo con jóvenes con gran potencial, sus nuevos proyectos, Magnus Carlsen, etc.. Veamos algunas de sus opiniones.

Una relación especial con Alemania

Kramnik tiene muy buenos recuerdos de Alemania, en especial de Berlín. Jugó por un club de Berlín durante cuatro años. El lugar donde más le gusta jugar es en Alemania, recalcó que no lo decía para agradar a los organizadores.

Lo demuestra en el tablero. Venció 10 veces en el torneo de Dortmund, se lo llamó “Mr. Dortmund”. Además del Abierto de 1992, ganar este torneo fue crucial para su carrera.

Sobre su retiro del ajedrez profesional

Kramnik dijo que no extrañaba jugar al ajedrez clásico, aunque sea la forma de ajedrez que prefiere, es por la cantidad de esfuerzo que demanda, hay que estar concentrado exclusivamente en el ajedrez, no solo jugando, a veces hasta 7 horas, sino también en la preparación que requiere, y, sus 47 años hacen que sea más complicado que antes.

Ya años antes de pensar en retirarse tuvo claro que jugaría mientras estuviese motivado, disfrutaba de su vida de ajedrecista profesional, pero “llega un momento en que ya no disfrutas tanto”; ahora todavía le gusta jugar, a ritmo blitz, rapid, y otras variaciones.

Dijo que ser campeón del mundo era algo que no esperaba, su actitud en el ajedrez fue siempre tratar de hacerlo de la mejor manera posible, “y veamos qué pasa”.

Kramnik protagonizó una de las mayores sorpresas de la historia del ajedrez al derrotar a Garry Kasparov en Londres 2000, arrebatándole el título de campeón del mundo.

Era el título paralelo y él no se había ganado el derecho a desafiar a Kasparov ante el tablero (perdió el match clasificatorio, también elegido a dedo, ante Alexei Shirov en Cazorla 1998), pero en 2006 se convirtió en el único campeón mundial, con la reunificación del título en Elistá, derrotando al búlgaro Veselin Topalov.

Aseguró que, de no haber logrado ser campeón del mundo, hubiera estado igual de satisfecho con su carrera ajedrecística.

La decisión de abandonar el ajedrez clásico ocurrió tras jugar el Torneo de Candidatos en marzo de 2018, en Berlín, “donde realmente di mucho de mí, disputé muchas partidas emocionantes, realmente fue una actuación muy buena. En realidad, ese fue un punto de inflexión. Después de este torneo, sentía que ya no tenía nada más que contribuir al ajedrez. No sé cómo explicarlo, es una especie de percepción. Me sentía vacío después de aquello. Así que jugué unos cuantos torneos más, y la sensación seguía ahí e iba aumentando. Cumplí con el contrato que había firmado con Wijk aan Zee [en enero de 2019], no firmé nada más. Dejé de sentir que el ajedrez era una parte importante de mi vida y entonces ya no debes seguir jugando al ajedrez profesionalmente, ya no tiene sentido”; tenía 43 años cuando tomó esa decisión.

Su participación en torneos rapid y blitz

Comentó que disfrutaba jugar ahora, a ritmo rápido, más que antes, ya que lo hace como una diversión, claro que intentaba jugar lo mejor posible, no obstante, los resultados, a menudo buenos, por cierto, no son la prioridad.

También agregó que, si jugara a menudo, esa sensación de placer desaparecería y por eso no juega con demasiada frecuencia.

Aun con esta última salvedad, este cronista se permite dudar de estas frases, seguramente Kramnik piensa que es así, pero recuerdo que casi las mismas palabras de jugar por diversión, disfrutar, etc., se las escuché a Kasimdzhanov en un torneo de León, antes de empezar, agregó que no valía para el Elo, etc., etc.

Tras desperdiciar chances relativamente sencillas y quedar eliminado por Topalov el discurso de Kasimdzhanov fue diferente, tenía un disgusto sideral.

Es verdad que son diferentes personas y diferentes circunstancias, aunque cuesta creer que las reacciones de un jugador de primer nivel tras la derrota sean casi opuestas, aunque no haya “casi nada” en juego.

Labor como entrenador

Estuvo trabajando con jóvenes talentosos. Con respecto a sus mejores alumnos señaló, “no voy a convertirlos en campeones del mundo, nadie puede hacerlo, solo ellos pueden lograrlo”, pero sí puede darles consejos útiles, “espero poder haberlo hecho”.

Le resultó muy placentero trabajar con ellos, varios de ellos indios, porque además de ser personas excelentes, constató que están realmente dedicados al ajedrez, “decididos a trabajar 10,12 horas al día”, por lo que espera continuar entrenado con ellos en el futuro.

Otro de los jóvenes con un talento increíble con quienes trabaja es Alireza Firouzja, que quiso mantener esa colaboración en secreto, aunque ahora ya es de dominio público.

Comentó que puede percibir quién tiene potencial para ser campeón del mundo, que hay ajedrecistas con un grandísimo talento y pueden ser muy buenos, pero que les falta algo para ser los mejores, se requieren muchas condiciones, al faltar una o dos ya no pueden lograrlo, hay que dar lo mejor de uno mismo y aun así nada está garantizado.

Cambio de las reglas del ajedrez

Está trabajando, con ayuda de la inteligencia artificial, en tratar de “mejorar” el ajedrez cambiando ligeramente algunas reglas, es solo un proyecto por ahora, y enfatizó que no quiere suplantar al ajedrez clásico y que no quiere imponerlo.

No es una idea nueva, ya Capablanca intentó otras formas de cambiarlo, como agregando una nueva pieza, Kramnik no quiere cambios tan radicales.

Su participación en la Olimpiada de Manila 1992

Kramnik fue alumno de la Escuela Kasparov – Botvinnik, que era la escuela más prestigiosa entonces. Se definió como un joven ajedrecista como tantos en la URSS, no disponía de torneos internacionales para conseguir normas, solo jugaba dentro de su país, eran torneos fuertes, excelentes para su crecimiento, pero no internacionales.

De repente, “no sé por qué”, empezó a ganar y ganar torneos, subir Elo, aunque comentó que no le daba gran importancia a esos logros, no estaba motivado por subir Elo, sino en jugar mejor.

Todo siguió apaciblemente hasta que llegó el torneo de Dortmund, en abril de 1992, allí ganó un abierto muy fuerte que se disputaba al mismo tiempo que un torneo de primer nivel con la participación de Kasparov, Anand, Ivanchuk, y otros maestros.

Kramnik estaba satisfecho, aunque no tenía expectativas especiales, hasta que en la ceremonia de clausura Yury Razuvaev, el capitán del equipo de Rusia le preguntó si quería ser miembro del equipo nacional.

Le pareció una broma, porque era Master Fide, en el equipo solo jugaban maestros consagrados, él no tenía grandes éxitos, y solo tenía 16 años.

Riendo, recuerda que no lo podía creer y le contestó, “Claro que quiero, pero por favor piensa dos veces si soy suficientemente bueno, yo no estoy seguro, pero si lo desean, claro que acepto”. Razuvaev le dijo que sí, que Kasparov estaba de acuerdo.

Hubo resistencia en las autoridades soviéticas, pero Kasparov se puso firme y tomó toda la responsabilidad por la decisión. “Si le va mal, pídanme explicaciones a mí”, afirmó. Kramnik riendo dijo que no sabía bien que quería decir eso, tal vez que “había a alguien a quien culpar”, dijo, aunque ese apoyo de Kasparov fue el factor decisivo.

“Fui allí y fue un torneo asombrosamente bueno y me di cuenta de que ya era muy bueno, algo que antes no sabía”. En Manila Kramnik ganó el oro en su tablero, el de primer suplente, con una rating performance de 2.958 de Elo, y Rusia ganó el oro.

Magnus Carlsen

Luego de la generación de Karpov, la de Kasparov y la de él con Anand llegó la de Carlsen, “y eso es todo”, dijo con una sonrisa, añadiendo “claro que hay otros jugadores muy fuertes, pero él domina el mundo del ajedrez desde hace muchos años”.

Carlsen está todavía activo, igualmente Kramnik cree que hay muy buenas chances de que Carlsen pueda ser considerado como el mejor ajedrecista de la historia, considera que es un jugador único, y solo tiene palabras de admiración hacia él.

“Comprendo perfectamente que Magnus es un gran jugador. Quizás dentro de cincuenta o cien años sea un dios, ya sabes, un dios del ajedrez, como hoy en día lo es Morphy. Cuando vives en la misma época, cuando lo ves todos los días, quizá no sepas apreciarlo suficientemente. Pero entiendo que es un jugador que nace una vez cada siglo”.

“Ha sido él quien cambió el ajedrez. El ajedrez ha sido él (Carlsen) desde los últimos diez o quince años. El ajedrez es Magnus Carlsen, básicamente, todavía es joven y puede dar más, pero por lo hecho hasta ahora, si se retira mañana, ya es uno de los pocos candidatos a ser el mejor de la historia”.

Como ajedrecista le es muy placentero ver las partidas de Carlsen. “Eso es ajedrez en palabras mayúsculas, claro que a veces puede jugar partidas malas, solo a veces, pero cuando ves su maestría …incluso en partidas blitz…”.

Comentó que recientemente había analizado un par de partidas a ritmo blitz, y que estaría contento si él pudiera jugar algunas de las partidas blitz de Carlsen a ritmo clásico con tanta precisión.

Acerca de sus enfrentamientos con Kasparov, Anand y Carlsen

“Estoy muy contento de haber formado parte de la generación de Kasparov, he jugado muchas partidas con Kasparov, está al mismo nivel de Carlsen, un ´nivel cósmico`, también, por supuesto, con Viswanathan Anand, que asimismo es absolutamente grandioso, quizá un poco infravalorado, pero considero que, desde el punto de vista del talento puro, es el jugador con más talento de los últimos cincuenta años. Y, además, con un gran jugador como Magnus Carlsen, que también es completamente único”.Se siente muy afortunado por haber jugado con estos grandes de la historia del ajedrez.

Su lugar en la historia del ajedrez

“No pretendo parecer educado, pero no me considero del mismo nivel. Soy un jugador de ajedrez fuerte, muy fuerte, pero no soy del calibre de Kasparov, ni Carlsen, ni tampoco, en cuanto al talento, de Vishy Anand”.

Comentó que es lo suficientemente fuerte para saber el lugar que ocupan los tres campeones mencionados y está satisfecho de haber competido con ellos, “y hasta de luchar”, en ajedrez clásico, juntando los resultados, tiene un score igualado con ellos.

Estas palabras parecen exclusivas de un jugador retirado, es difícil que un campeón mundial dijera algo así estando activo, ni siquiera alguien que se expresa de forma tan moderada como Kramnik; su discurso no era tan modesto cuando estaba en la cúspide.

La entrevista completa puede verse aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=uPS1mlRil90

Veamos una de sus partidas del Candidatos de Berlín 2018, cuando nació la idea de su retiro del ajedrez clásico. Los comentarios están extractados de mi 38º libro, sobre partidas de ataque del siglo XXI.

GM Zenón Franco Ocampos,

Ponteareas, 26 de abril de 2023

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