Ajedrez por Zenón Franco: Maestro Bernardo Wexler

En mi última visita a Buenos Aires y Asunción tuve la suerte de volver a la sede del Club Boca Juniors, después de más de 40 años.

Buenos Aires 2024. Con Paola Elisa Maggiolo y mi camiseta de Boca.
Buenos Aires 2024. Con Paola Elisa Maggiolo y mi camiseta de Boca.Zenón Franco

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Di una charla en Boca, donde hablé un poco de mi relación con el club, que fue muy intensa, porque viví frente a la cancha unos 15 años y representé a Boca en los torneos juveniles de fines de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado.

Fue un placer recorrer las instalaciones de “La Bombonera”, naturalmente está muy cambiada, muy moderna, me deslumbró,

Tuve el gusto de saludar al hijo de “Rojitas”, Ángel Clemente Rojas, que se parece mucho al padre, y al que vi gambetear infinidad de veces en esa misma cancha.

Y hasta recibí el precioso regalo de una camiseta con mi nombre, favorecido porque hay un jugador que es Zenón de apellido.

Algunos recuerdos de fútbol

En la charla recordé algunas anécdotas del club de fútbol que presencié, tengo muchas, vi jugar a Roma, Rattin, Meléndez, Suñé, Marzolini, el Tanque Rojas, y tantos otros.

Busqué una frase que estaba en el club, me quedó grabada y que hice y sigo haciendo mía: “El árbitro siempre tiene razón, y más cuando no la tiene”, la frase continúa, “Si usted no lo entiende así, no practique deporte”. Lamentablemente la frase ya no está en el club, aunque para mí sigue siendo válida.

Voy a repetir solo una anécdota de las varias que recordé, de fines de los años 60: En ese año se empezaron a hacer los torneos de verano amistosos en Mar del Plata, que se disputaban antes del torneo oficial.

Ese año, a todas luces, Boca tenía un equipazo, jugó el torneo de verano muy bien, goleando, pero en la final, perdió inesperada e injustamente con San Lorenzo.

El presidente de Boca, Alberto J. Armando, pidió la revancha, que le fue concedida y en el segundo encuentro, “se hizo justicia”, ganó Boca.

Se esperaba un paseo triunfal de Boca por el Campeonato, fui a la cancha al primer partido, fue contra un equipo santafesino, Unión de Santa Fe, y todo empezó a ir mal.Boca perdió 3 a 0. El torneo fue un espanto, culminando con otro 3 a 0 en contra ante Banfield.

Boca jugó como local contra San Lorenzo, en un partido donde, como siempre, brilló el arquero de San Lorenzo, “Batman” Buticce, y ganó San Lorenzo, bajo el grito “¡Hijos nuestros! ¡Hijos nuestros!”.

Como regalo de despedida, echando más sal en la herida, la hinchada visitante se fue cantando “¡Que pidan la revancha, lará, lará, lará!, “¡Que pidan la revancha, lará, lará, lará!”.

Bernardo Wexler

Tras los recuerdos de fútbol recordé un poco al MI Bernardo Wexler, el profesor del club durante muchos años, por lo que me parece oportuno hablar un poco de él en esta nota, que está basada en mi nota 4 de ABC Color del 8 de octubre de 2001.

Tuve la suerte de conocer al Maestro Internacional Bernardo Wexler (Bucarest, 1 de abril de 1925 - Buenos Aires, 30 de junio de 1988), cuando él daba clases en el club Boca Juniors de Buenos Aires, en los años 70 del siglo pasado.

Su nombre completo era Francisco José Bernardo Wexler, Wexler nació en Rumania, y a los siete años fue a vivir a Argentina, fue campeón argentino en 1959 y representó a la Argentina en las Olimpiadas de Moscú 1956, Leipzig 1960 y Tel Aviv 1964.

Era una persona excelente, que disfrutaba con todo lo que hacía; venía los lunes y jueves y sus clases eran muy instructivas.

Yo tendría poco más de diez años cuando comencé a asistir a sus clases y claro que al principio asimilaba muy poco de lo que él explicaba, ya que apenas sabía mover las piezas, pero en esas clases vi por primera vez, y me quedó la costumbre, de hacer que los alumnos tomen parte activa en las clases, proponiéndoles posiciones para resolver, con el método de “acertar las jugadas”.

Nos mostraba las grandes joyas de la historia ajedrecística, desde la partida de Morphy contra el Duque de Brunswick hasta la entonces reciente y notable victoria de “Quinteritos” sobre Polugaevsky en la Olimpiada de Siegen 1970, partidas del libro “Mis 60 Partidas Memorables”, etc., y respondía a infinidad de cuestiones sobre los maestros, sobre quién jugaba mejor, quién iba a ganar el match de Candidatos o por el título, etc.

Recuerdo que sobre el duelo de semifinales Candidatos de 1971 entre Petrosian y Korchnoi, estaba indignado por la forma conservadora en que Petrosian había ganado su match con Huebner.

Los duelos eran a 10 partidas. En el match con Korchnoi las ocho primeras partidas terminaron en tablas. Circuló entonces la broma de que ninguno de los dos quería ganar, para no tener que enfrentarse a Fischer en la final.

Entonces Petrosian ganó la novena partida. Recuerdo que Wexler dijo: “La décima partida la va a ganar Korchnoi, y el desempate lo va a ganar Korchnoi”. No fue así, esa vez se dejó llevar por su espíritu apasionado.

En la mayoría de las ocasiones acertaba, por ejemplo, durante el torneo de Buenos Aires 1970, en que Fischer ganaba partida tras partida, predijo a quiénes Fischer no le iba a ganar, citó a Najdorf, Smyslov y Reshevsky, y acertó, el cuarto oponente que empató fue Mecking.

El ajedrez era amateur en aquellos tiempos, tuvo varios trabajos, uno en Tribunales, y además fue redactor especializado en ajedrez del diario Clarín de Buenos Aires durante más de 25 años.

Su pasión deportiva no finalizaba con los trebejos, también le encantaba el fútbol y sentía devoción por el club Boca Juniors, siendo asiduo concurrente a los partidos que su equipo jugaba en “La Bombonera”, y siempre venía a buscarme a casa para llevarme con su hijo a la cancha.

Admiración por Najdorf

Tenía una altísima consideración por el juego de Najdorf a partidas rápidas, la primera vez que fui al Club Argentino vi jugar a los más fuertes maestros del club, estaba admirado por la rapidez y precisión de sus jugadas, todos me parecían buenísimos e inalcanzables, no podía calibrar las diferencias de fuerza entre uno y otro y creía que Najdorf era solo uno más entre ellos.

Al volver a Boca le pregunté a Wexler quién jugaba mejor, y le cité a mis favoritos, pero me sacó de dudas de inmediato, negando con la cabeza, dijo: “Najdorf, Najdorf”.

No obstante, el primer contacto de Wexler con Najdorf le dejó un recuerdo amargo. Pasados muchos años todavía le molestaba. Fue cuando Wexler, con 18 años, siendo un jugador de 2ª categoría (entonces había cuatro categorías), empató el primer lugar de un torneo de blitz con Najdorf, en una actuación inesperada y muy destacada.

Najdorf quería ganar en solitario, por lo que le insistió una y otra vez a Wexler que jugasen un desempate, Wexler estaba emocionado y no quería jugar, pero Najdorf insistió, añadiendo que le iba a dar el primer premio ganase quien ganase, Najdorf fue tan insistente que Wexler accedió, y Najdorf ganó, quedándose con toda la gloria.

En otra ocasión, mientras mirábamos una partida de Najdorf de la Olimpiada de Siegen 1970, criticó al rival suizo con el que se enfrentaba por su elección de apertura, le pregunté por qué y me respondió, “¿Cómo le va a jugar esto? ¡Najdorf jugó esto toda su vida!”. Se refería a la Variante de Fianchetto contra la India del Rey, y tuvo razón, Najdorf ganó con facilidad.

Visitas a Paraguay

Wexler estuvo en Paraguay jugando torneos en Asunción, en 1952, donde ocupó el primer lugar, empatado con los maestros argentinos Pedro Martín y Alfredo Espósito, con 8 puntos sobre 10.

También jugó en el torneo más fuerte disputado en Paraguay por mucho tiempo, el del Club Par de Alfiles de 1960, en el que se impuso el yugoeslavo Svetozar Gligoric junto al húngaro Laszlo Szabo.

Su victoria sobre Fischer

En la charla comenté la victoria de Wexler sobre Fischer, una partida muy bien jugada por mi profesor.

Recuerdo que en la época Wexler dio la clase donde mostró su victoria ante Fischer (fue en 1970 o 1971). Fischer tenía fama de excéntrico y mal carácter entre cierta prensa, por sus legítimas exigencias de todo tipo, por lo que le preguntamos si la reacción de Fischer fue descortés tras perder.

Wexler contestó que no, que lo felicitó estrechando su mano, y se retiró muy apesadumbrado, lloroso, sin ánimo para analizar, pero sin ningún comportamiento hostil.

GM Zenón Franco Ocampos

Ponteareas, 13 de marzo de 2024

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