“Si se estanca el arte, se estanca todo”

Julio Cristaldo en plena ejecución en uno de los conciertos, en la iglesia del castillo de Braunfels.
Anuncio de uno de los conciertos de Julio, en la ciudad de Badenweiler.
“Un retorno maduro y renovado”, calificó el periódico alemán Badische Zeitung sobre Julio.

Buscando transmitir alegría, unidad y empatía, Julio Cristaldo va dando punteadas certeras con su guitarra. El músico cosechó el año pasado una fructífera gira por Alemania y se prepara para un 2020 lleno de conciertos.

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Las seis cuerdas de la guitarra de Julio resonaron por ciudades de Alemania como Wettelbrunn, Badenweiler, Freiburg, Leich, Staufen, Braunfels y Reichskirchen. Entre composiciones propias y obras de Bach, Barrios, Piazzolla, Tárrega, entre otros, el joven músico paraguayo conquistó al público como también a medios de prensa.

Pero para Julio, este viaje tuvo un condimento especial, ya que fue su retorno al país germano, donde estuvo a sus 11 años de edad ya acompañado de su guitarra. Cristaldo pudo regresar así gracias a la fundación Gesellschaft Staufen- Paraguay, la misma que ya lo había llevado aquella primera vez.

Ahora tiene 22 años y toda esta experiencia representó para él algo especial, pues pudo notar su evolución a lo largo de los años en todo sentido. “Aquella vez viajé con mi papá como por tres semanas, y esta vez fueron cinco semanas, ya solo y con una carga artística mucho mayor”, manifestó el artista a ABC Color.

Cristaldo comentó que dio ocho conciertos en ocho ciudades distintas, y además ofreció un taller sobre la vida y obra de Agustín Barrios. El repertorio que llevó, según dijo, fue “bastante extenso y variado, abarcando distintos géneros y periodos de la historia”. Además, tuvo la oportunidad de colaborar con una guitarrista alemana llamada Carlotta Herzog.

Gracias a esta experiencia, el artista pudo vivenciar la importancia de la música como conectora de culturas. “En un concierto le dije al público que iba a tocar una pieza que es un tango, escrita por un compositor francés, interpretada por un paraguayo, que les estaba hablando en inglés y que está en Alemania. Para que dimensionen cuántas culturas se ven relacionadas en un solo momento. Cómo sin necesitar palabras uno puede llegar a comprender la magnitud de ese momento”, reflexionó el guitarrista.

Asimismo, recordó otra anécdota significativa, ya que una persona se le acercó al finalizar uno de los recitales a pedirle que le autografíe un disco que había llevado en su primera visita. “Era un señor, y me dijo que esa vez no pudo pedirme un autógrafo. Me pasa el CD que grabé con repertorio clásico y piezas paraguayas, que había llevado en mi primer viaje”, contó con asombro y alegría.

Otra evaluación positiva que hizo de esta experiencia, es que ahora pudo decidir su repertorio y tomar eso como un desafío artístico. “Tengo que estar agradecido con Berta Rojas y Eduardo Isaac, quienes me ayudaron la primera vez a realizar mi programa. Pero ahora pude tomar las riendas de mi gusto artístico”, dijo. Resaltó que “cuando uno sale de su zona de confort es cuando realmente está creciendo”.

El arte que crece

Cristaldo se encuentra justamente en ese momento de crecimiento, tanto como compositor y además como intérprete. Al respecto, evaluó que hoy en día hay una nueva camada de compositores sobre todo en el campo folklórico. Destacó el trabajo de autores como Pedro Martínez o Martín Ortega.

“Aliento a la gente que componga, que cree, que deje su huella musical en la historia, que busque su propio lenguaje, porque cada quien tiene algo con lo cual se identifica más a la hora de componer”, pensó.

Manifestó también que es una gran responsabilidad “demostrar que el arte clásico tiene cabida en Paraguay”, pero que para eso hay que moverse. “Inspirar a más gente no es fácil, es mucho trabajo, y a veces las personas no dimensionan todo eso”, señaló.

Por otro lado, expresó que tanto talento también debe ser apoyado por las instituciones. “Esperemos que haya también más apoyo financiero porque los músicos no vivimos del aire. El estar estudiando y ensayando son como horas de oficina. Si hubiera un poquito más de compromiso de las autoridades habría más personas como yo haciendo lo mismo, porque también quiero ver a otras personas crecer”, enfatizó.

Expresó que le encanta “ver gente nueva” haciendo arte. "Que no nos quedemos en el pasado, que salga una nueva camada, porque la música es ir evolucionando, innovando, porque si se estanca el arte se estanca todo”, subrayó.

Para él, la música “es una pieza fundamental de la formación ciudadana” porque así se puede hacer que las personas sean “musicalmente sensibles”. “No todo el mundo capaz que llegue a ser músico, pero que pueda disfrutar y tener esa empatía para con otros, como algo generado por la música, es importante”, afirmó.

Así, Julio sigue creciendo y tiene una gran cantidad de planes para que este 2020 lo encuentro haciendo mucha música. Tiene planeado hacer un dúo de guitarra y danza, con el tango. También armar una serie de conciertos como solista y presentarse con las distintas orquestas profesionales del país.

Por todo esto es que Julio también ve que su deber con la música es “transmitir alegría, unidad, que haya más empatía entre las personas en un momento en que hay tanta separación, a veces por cuestiones muy superfluas”.

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