Según destacó Niz, la pandemia del covid-19 supone un gran desafío para la industria cultural paraguaya que, “en su gran mayoría, ya luchaba proyecto tras proyecto para seguir en marcha y cautivar a una audiencia difícil”.
Afirmó que también genera un impacto en el patrimonio vivo de las comunidades. “Por ejemplo, con la suspensión de los rituales religiosos de la Semana Santa y otras actividades tradicionales grandes y pequeñas, no solo está causando una pérdida económica, sino que afecta la cohesión social y las identidades culturales entre estas comunidades”, expresó.
Mencionó que la obligación de clausurar temporalmente las actividades esenciales “nos puso delante de una realidad que no siempre tenemos presente: la cultura es un bien de primera necesidad”. No obstante, afirmó que si bien la gente está confinada escuchando música, mirando producciones audiovisuales, leyendo libros o visitando museos virtuales, “la cultura no se hace sola”.
“Además de darles las gracias, tenemos que protegerlos para el futuro inmediato”, acotó Niz.
En cuanto a las alianzas que llevan adelante desde la Fundación Itaú con varios actores culturales, sostuvo que están trabajando en el replanteamiento de los proyectos, apuntando al sostenimiento de sus estructuras y la diversificación de sus acciones en distintos tipos de plataformas.
Anticipó que con el Arlequín Teatro trabajan en una serie de conversatorios que rescatan la historia y la vida de referentes del teatro paraguayo, con el Taller Integral de Actuación (TIA) preparan un webinar de cómo realizar cortos con el celular, mientras que con Berta Rojas preparan “Jeporeka”, un camping musical online para compositores paraguayos que podrán experimentar y crear con maestros como Popi Spatocco, Carlos Aguirre y Pinchi Cardozo Ocampo; con la Escuela de Luthería Borja ofrecerán tutoriales sobre el arreglo de instrumentos musicales, mientras que con Sonidos de la Tierra están trabajando en una plataforma de contenidos con experiencias de conocimientos y aprendizajes relacionados a la música como herramienta de cohesión social.
También indicó que con Amamos Cine preparan un laboratorio de aprendizaje online para la creación de contenido audiovisual para entornos digitales, destinado a tres departamentos del país; mientras que con las orquestas de Asunción (OSCA y OCMA) presentarán una serie de conciertos semanales vía streaming, de junio a diciembre, con material de archivo. También proyectan ofrecer, a través de las plataformas de internet, conciertos didácticos para escuelas públicas.
Comentó que estos proyectos comenzarán a hacerse activos entre finales del mes de mayo e inicios de junio, y otros a partir del segundo semestre del año.
Niz sostuvo que también están trabajando en la renovación del sitio web de la fundación, para que también sea una plataforma de acceso a las distintas acciones de las que son aliados estratégicos.
Con relación al impacto que podría tener la pandemia en el apoyo que brindan a los proyectos culturales, Niz sostuvo que seguirán acompañando a sus aliados y apostando a renovar alianzas.
“El arte es una valiosa herramienta de transformación social, busquemos la forma de proteger y potenciar el tejido que permita a los creadores, crear, para unirnos, para generar conversaciones y volver a encontrarnos”, expresó la titular de la fundación.
Añadió que “no sabemos con qué mundo nos vamos a encontrar al otro lado del túnel, pero sí podemos saber cómo queremos que él nos encuentre”.