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Cuando solo vale destacar la victoria sin importar cómo se logró. Eso se dio en la tarde de ayer en Capiatá con Nacional, marcando la diferencia con un penal sancionado por el árbitro Federico Ríos ante un equipo local que no mostró absolutamente nada para evitar la caída. La pena máxima fue producto de una mano de Peña tras un tiro de esquina, pero antes de la jugada que terminó en el córner ya hubo falta del golero Vargas sobre Castorino que no fue vista por el juez.
El tanto marcado desde los doce pasos por Marcos Riveros le concedió el primer festejo a La Academia, que en los tres anteriores partidos mostró un nivel muy lejano del que tuvo el año pasado. Pero el rendimiento de la víspera tampoco fue bueno y el anfitrión no hizo mucho para quedarse con otro resultado. Se esperaba más del cuadro “escobero”, pues venía de dos victorias resonantes (Guaraní y Olimpia), pero ayer, pese a alistar una formación más ofensiva, no fue superior a su rival.
Fue una tarde aburrida en Capiatá, pero la visita tuvo la chance clara para ganar y no la desaprovechó.