Los certificados obtenidos por Vaesken para Fernández dieron aval a este para que se reuniera con el jefe de Estado, Mario Abdo Benítez y otras autoridades como “el representante oficial de la marca” que supuestamente iba a instalarse en el país.
Acorde con las explicaciones de varias fuentes, la celeridad de los trámites realizados por Vaesken ante Dinapi, por haber sido jefe de la sección afectada, evidencian presunta corrupción, por la rapidez con que se tramitó y concedió el certificado de licencia. “En tiempo récord se dio y eso no es común que a los agentes se les dé tan rápido”, indicó nuestra fuente.
Otro hecho que se debe considerar es que hasta ahora no se hizo público el documento, ya que la licencia se concede en determinados términos y solo por un tiempo limitado.
Según la Ley 1294/98 de Marcas, y el decreto reglamentario 22.365/1998 en su Art. 32, en una parte habla que como mínimo debe individualizarse el plazo de validez de la licencia.
Sin embargo, en el caso que se lee en el historial de las marcas Lamborghini, dice por plazo ilimitado.
Con esta condición se debió haber rechazado el acuerdo, por ser taxativa la norma aplicada en nuestro país al efecto, acorde con las explicaciones.