En compañía del economista senior del FMI, Tobías Roy, Bakker señaló también que será importante que cualquier gasto adicional aprobado por el Congreso después de que se haya finalizado el presupuesto, sea compensado con reducciones de gastos en otras áreas. “Si los ingresos tributarios no estuvieran a la altura de las expectativas el próximo año, se necesitarán ajustes de gastos proporcionales”, aseveró el especialista.
Comentó que la desaceleración económica derivó en una insuficiencia de ingresos tributarios. Agregó que el repunte de las inversiones públicas mitigó la recesión, pero se condujo a un aumento del déficit, del 1,3% del PIB en el 2018 a un 2,5% esperado en el 2019.
También señaló que aunque el déficit está por encima del techo de 1,5% estipulado en la Ley de Responsabilidad Fiscal, la norma permite un exceso transitorio del déficit por encima del techo, en el caso de una caída de la actividad económica nacional.
Sin embargo, enfatizó que “la credibilidad se mantendrá si se realizan fuertes esfuerzos para volver al techo”. Recordó que en los últimos quince años las políticas macroeconómicas sólidas ejercieron un papel clave en sostener el rápido crecimiento, así como la reducción de la pobreza.
“Las políticas fiscales sólidas, junto con el marco del régimen de metas de inflación del BCP, contribuyeron a evitar los ciclos de auge y caída que otros países experimentaron en la región”, dijo. También alertó que abandonar la ley de responsabilidad fiscal pondría en riesgo la credibilidad fiscal construida con tanto esfuerzo por varios gobiernos a los largo de los años. “También podría aumentar los costos de los créditos para Paraguay en los mercados de capital internacional”, manifestó entre muchos otros aspectos, en la conferencia de prensa.