Hablan de beneficios ante posible recuperación económica de Brasil

“En primer lugar, el hecho de que Brasil empiece a recuperarse es una buena noticia para el Paraguay. No está garantizado que recupere el ritmo de antes, pero ya se ven algunas señales de lo que el Gobierno quiere hacer”, aseguró en el cierre de la segunda gran visita de empresarios brasileños a nuestro país. La expo se llevó a cabo en las instalaciones de la Conmebol.

Agregó que la depreciación generalizada de las monedas latinoamericanas puede ayudar a nuestra economía a impulsar la competitividad de los productos nacionales frente a sus pares de la región.

Brasil es uno de los socios comerciales más fuertes del bloque Mercosur y el más influyente para nuestro país. En ese sentido, una de las consecuencias directas de la desaceleración del vecino país se tradujo en una menor dinámica de nuestras reexportaciones. Recordemos que una parte de los bienes que importamos es destinada a la reexportación de bienes de consumo, como perfumes, whiskies, bebidas espumantes, productos de informática, celulares, juegos electrónicos, cámaras fotográficas y accesorios, etc. La venta se realiza a compradores provenientes principalmente del Brasil para su consumo en dicho territorio. Las reexportaciones representan alrededor del 40% del total de nuestras importaciones y sumaron US$ 4.921 millones en 2013.

En un contexto de desaceleración de A. Latina, la economía brasileña fue una de las más afectadas. “Hoy el motor del crecimiento está en los Estados Unidos, ahí es donde está la fiesta y nosotros no estamos invitados”, acotó el economista de Itaú Unibanco.

De acuerdo con las perspectivas de la entidad bancaria, Brasil crecerá este año, a lo sumo, 0,2%, con una inflación que tocará el techo (6,75%) y una caída de la confianza al igual que de las inversiones en el orden del 10%. Sin embargo, el economista se mostró un poco más optimista y agregó que ya se divisan algunas señales que alimentan la confianza hacia una mejora económica, aunque aún lento, 1,1% para el 2015 y del 2% hasta el 2018. La desaceleración de la actividad se atribuye a las limitaciones de la oferta interna, especialmente, en infraestructura, y a la débil inversión privada, lo que refleja la pérdida de competitividad y de baja la confianza empresarial.

Según Goldfajn, sin reformas y ajustes estructurales fuertes, Brasil no puede pensar en un crecimiento del 4% como el de antes, ni para el mediano y ni largo plazo.

En cuanto a la incidencia del escenario político en la expectativa, dijo que el Gobierno aún está de “luna de miel”, por el reciente triunfo de Dilma Rousseff a la presidencia del Brasil, hecho que inquieta a sectores de la economía de ese país.

“No sabemos lo que puede pasar, pero creo que el escenario hoy se apresta a ajustes mínimos en su política fiscal y monetaria y aumento del crecimiento también en forma gradual”, afirmó el profesional.

Ilan Goldfajn es Ph.D. en Economía, por el Instituto de Massachusetts (1995), fue economista en el Fondo Monetario Internacional (FMI), también fue director de Política Económica en el Banco Central de Brasil, y actualmente se desempeña como economista jefe del Banco Itaú Unibanco, Brasil.