La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, y su par de Agricultura, Phil Hogan, defendieron un “equilibrado, global y ambicioso” en sus primeras audiciones ante sus respectivas comisiones de la nueva Eurocámara.
“Acepto que el acuerdo supone un reto para algunos sectores agrícolas, pero también hemos garantizado muchas oportunidades”, aseguró Hogan.
Para despejar las dudas de los europeos, que en el futuro tendrán que dar luz verde al texto, Hogan destacó un mecanismo de salvaguardia que garantiza la protección de los productores ante impactos en el mercado interno.
Malmström también tuvo que enfrentarse a las reservas de la Eurocámara, en el terreno medioambiental. A los cuestionamientos respondió que el pacto obliga a los cuatro países del bloque sudamericano a cumplir con los compromisos climáticos del Acuerdo de París.