Las consultas comenzaron con una reunión con parlamentarios del partido Azul y Blanco, liderado por Gantz, que obtuvo 33 escaños de los 120 en las elecciones del martes pasado, dos más que el Likud de Netanyahu.
Moshe Yaalón, que encabezó la delegación, recomendó, como era de esperar, a Gantz como primer ministro y reiteró la voluntad de su partido de formar un gobierno de unidad “nacional y liberal”, con “todos los partidos”, aunque “sin extremistas”.
Luego fue el turno del Likud, que recomendó al actual primer ministro para ser quien intente formar un nuevo Ejecutivo, incluyendo el apoyo de grupos ultraortodoxos.
La Lista Unida, que representa a la minoría árabe de Israel y obtuvo 13 escaños, fue tercera, e hizo historia al otorgar su recomendación a Gantz, siendo la primera vez desde 1992 que una lista árabe nomina a un candidato israelí para el cargo.
Shas, el partido ultraortodoxo recomendó a Netanyahu como primer ministro.
Por último, el partido Israel Nuestro Hogar, informó al presidente que su lista no recomendaría a ningún candidato y reiteró su llamado a un gobierno de unidad que incluya a Azul y Blanco y a Likud.