LA PAZ (AFP, EFE). El jefe de la Policía de La Paz pidió a las Fuerzas Armadas que intervengan para frenar la violencia generada en esa ciudad por adherentes del renunciado presidente Evo Morales, pues su capacidad operativa fue superada.
“Al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (le pido) que intervenga: mi general Williams Kaliman, le solicito que intervenga, porque ya la policía boliviana ha sido rebasada”, afirmó el jefe de la policía de La Paz, coronel José Barrenechea.
La marcha de enfurecidos seguidores de Morales, quien renunció el domingo, tras comprobarse el fraude electoral cometido para mantenerse en el poder, partió en la tarde desde El Alto, bastión del líder político, mientras en el centro de La Paz los pocos comercios que estaban abiertos se apresuraron a cerrar sus puertas.
Paralelamente, el expresidente Carlos Mesa, principal rival de Morales en los comicios de octubre, dijo en Twitter que tenía informes de que “una turba violenta se dirige” hacia su hogar “con la intención de destruirlo”, por lo que pidió ayuda a la Policía.
La llegada de partidarios de Morales hace temer que haya choques con manifestantes opositores, protagonistas de las masivas protestas que condujeron a la renuncia del presidente de Bolivia.
La Policía estuvo ausente de las calles de Bolivia desde que estallaron motines en cuarteles de tres ciudades el viernes, pero ayer la institución retomó las tareas de vigilancia.
Las Fuerzas Armadas, en tanto, anunciaron poco antes que “ante la escalada de violencia y hechos vandálicos” que estallaron en La Paz el domingo, tras la renuncia de Morales, puso en marcha una operación para “resguardar los servicios públicos esenciales para garantizar su funcionamiento”.
Las Fuerzas Armadas y la Policía jugaron un papel clave en la renuncia de Morales, quien llegó al poder en 2006, al pedirle el domingo que diera un paso al costado para conseguir la pacificación de Bolivia al cabo de tres semanas de protestas, que dejaron tres muertos y unos 400 heridos.
Vacío de poder
El Senado de Bolivia, donde el partido del expresidente Evo Morales posee mayoría plena, tiene en sus manos la misión de estructurar un gobierno provisional, tras la renuncia del mandatario y de las demás autoridades que formaban la cadena de sucesión constitucional.
La Constitución boliviana establece que la sucesión recae inicialmente en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el titular de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron con Morales.
Se anunció que el Senado se reuniría el día de hoy.
Ese organismo debe decidir sobre la renuncia presidencial.
En el mismo el oficialismo cuenta con mayoría absoluta.
También desde esa Cámara debe salir el presidente interino de Bolivia.