El Fine Gael (FG) del primer ministro, el democristiano Leo Varadkar, recibió el 22,4% de sufragios, por el 22,3% del izquierdista Sinn Féin –antiguo brazo político del ya inactivo IRA– y el 22,2% del centrista Fianna Fáil (FF), principal oposición en la pasada legislatura.
Varadkar ganó terreno en la última semana de campaña, en la que siempre estuvo por detrás de los centristas, liderados por Micheál Martin, y del Sinn Féin de Mary Lou McDonald.
La dirigente nacionalista ha logrado el mejor resultado de la formación en unos comicios generales, después de varias legislaturas en las que se estancó como tercera fuerza. Parte del éxito de McDonald radica en que su mensaje antiausteridad ha calado entre los jóvenes de 18 y 24 años.
Asimismo, la líder del Sinn Féin lavó la imagen del partido desde que sustituyó en 2018 al histórico dirigente Gerry Adams, y representa ahora a una nueva generación sin vínculos con la campaña terrorista del brazo armado del IRA, durante el pasado conflicto.
Democristianos y centristas reiteraron que no formarán Gobierno con el Sinn Féin por su pasado violento y políticas económicas, que tachan de populistas y dañinas.