Desde su dimisión, en febrero de 2011, tras 18 días de una revuelta sin precedentes contra su régimen, muchos fueron los rumores que cundieron sobre la salud del exjefe del Estado, tanto en la prensa como en las redes sociales.
Depresión aguda, cáncer, accidentes cardiovasculares o problemas respiratorios fueron algunas de las hipótesis lanzadas sobre la salud del expresidente, que estuvo varias veces hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos.
La presidencia actual publicó un comunicado con sus condolencias, en el que presentaba al autócrata como un “héroe de la guerra de octubre de 1973 (contra Israel)”, en la que dirigió a la fuerza aérea.
En el otro extremo del espectro político, Mohamed el Baradei, premio Nobel y figura destacada de la oposición liberal a Mubarak, también expresó su pésame a la familia.
Ayman Nur, opositor en el exilio en Turquía, declaró en un tuit de condolencias que “perdonaba” al expresidente Mubarak.