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“Tras consultas con mis generales y expertos militares, dense por informados de que el Gobierno de Estados Unidos no aceptará y no permitirá a las personas transgénero desempeñar ninguna función en las Fuerzas Armadas estadounidenses”, tuiteó el presidente.
No hay una ley federal que proteja de la discriminación a las personas cuya identidad sexual no corresponde a su sexo de nacimiento.
Donald Trump destacó “el tremendo costo médico” y “los trastornos que supondrían las personas transgénero en las FF.AA.” para justificar su decisión.
Una polémica ya había estallado en febrero, cuando el gobierno de Trump revirtió una ley federal de la era Barack Obama que permitía a los estudiantes transgénero usar el baño de su elección.
Un estudio privado calculó que la atención médica necesaria de un cambio de sexo de los reclutas sería de 2,4 a 8,4 millones de dólares por año.
Un 0,6% (1,4 millones) de la población estadounidense se identifica como transgénero, según la Universidad de California. Entre ellos hay unos 7.000 militares que no podrán servir más en las FF.AA.
“Debemos sentirnos agradecidos con las personas que desean servir, no darles la espalda. Bloquear a los transgénero es hiriente (...) está mal”, tuiteó la conductora de TV Ellen DeGeneres, que es lesbiana.