Esclarecen nuevo caso de “viuda negra”, en la ciudad de Mbuyapey

El homicidio se produjo en la madrugada del 13 de diciembre último en Mbuyapey, ciudad ubicada a 105 kilómetros de la ciudad de Paraguarí. Resultó víctima el agricultor Arnaldo Gabriel Garay Caballero (38), quien murió de un balazo mientras dormía en su cama.

Inicialmente el caso fue denunciado como un asalto, pero las contradicciones en que cayó la pareja de la víctima, María Isabel Caballero Bareiro (21), rápidamente llevaron a los investigadores de la Policía y a la Fiscalía a sospechar de otro trasfondo.

Entre otras cosas, la mujer, quien está embarazada de tres meses, dijo que estaba acostada al lado de su marido cuando llegaron los delincuentes. Pero cuando se hizo la intervención, ella ni siquiera tenía manchas de sangre en la ropa o el cuerpo, como para por lo menos alegar que trató de auxiliar a su marido.

Tras averiguaciones, los agentes policiales de Homicidios recogieron el dato de que la ahora viuda supuestamente también mantenía una relación clandestina con otro poblador de Mbuyapey, identificado como Víctor Hugo Ugarte Roa (51).

Con la dirección del fiscal Óscar Javier Talavera, los agentes estudiaron las comunicaciones telefónicas entre la mujer y su supuesto amante, con lo que descubrieron que, efectivamente, estuvieron en contacto varias veces hasta poco antes de que se perpetrara el asesinato, que para ese entonces ya parecía ser por encargo y no producto de un robo.

El fiscal Talavera imputó a la viuda y pidió su prisión domiciliaria por su condición de embarazada.

Fue así que ayer, en una serie de operativos en Mbuyapey, los investigadores atraparon a Ugarte Roa, en cuya vivienda hallaron, entre otras cosas, la cédula y varias fotografías de María Isabel.

Posteriormente, los agentes policiales arrestaron a José de la Cruz Báez Barrios (20), quien se declararía autor confeso del homicidio.

El joven contó que su vecino Ugarte Roa le ofreció G. 2 millones a cambio de que matara al esposo de su amante. Admitió que cobró G. 500.000 de adelanto y que debía recibir el resto con la muerte del objetivo.