Lapachos amarillos, preludio de primavera

Desde la calle Casianoff entre Lillo y Bertoni se observa esta copa gigante cuyo verdor ha sido reemplazado por el amarillo.
El lapacho del patio del Arzobispado de Asunción captado por el sacerdote salesiano Nilo Zárate.
La copa rosa del tajy hû (Handroanthus heptaphyllus) se mezcla con las ramas de los lapachos amarillos en una grata sinfonía de colores.
En la calle Carlos Centurión y Guarambaré del barrio Vista Alegre se deleita la mirada con este árbol de la vereda.

Todavía no se esfumaron los lapachos de color rosa y ya estallaron con todo esplendor los amarillos (Handroanthus albus). El clima cambiante ayuda a esta profusa floración. En un mes caerán las semillas y se podrán sembrarlas.

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Aunque se presenta fresco estos últimos días del invierno, el colorido de los lapachos amarillos ya anuncia la llegada de la primavera. Una grata sorpresa visual presenta la convivencia entre las copas de distintos colores, así los barrios y las calles se visten de rosa, blanco y amarillo.

“Como hemos tenido un frío relativamente largo se han atrasado algunas floraciones y eso hace que las especies coincidan en su floración”, explica el Ing. Germán González Zalema.

Los lapachos amarillos siempre florecen en setiembre y un mes después empiezan a caer las semillas que deben ser aprovechadas para su siembra inmediata, pues su poder germinativo es un tanto fugaz y apenas alcanza unas dos semanas. “Sembrar no significa enterrar las semillas sino tapar con hojarasca, aserrín o arena lavada”, recomienda el Ing. González para que los plantines puedan desarrollarse.

Los lapachos amarillos tardan unos ocho años en florecer pero si se les practica un injerto se logra acelerar la floración. Este mismo procedimiento de injerto ayuda con los blancos para que mantengan su color, pues normalmente de los lapachos blancos salen rosados por ser albinos.

La especie del lapacho rosa que sigue regalando sus flores es el Handroanthus heptaphyllus, o tajy hû, pues la mayor duración de la luz solar en esta época es la que le ayuda a la floración. Sus colores son más intensos y se presenta en una mayor variedad que va del rosa liláceo al blanco. La anterior especie Handroanthus impetiginosus florece más bien por impacto del frío y es más uniforme.

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