El padre Labrín expresó que a Dios no le salen mal las cosas, por lo cual no hay seres humanos que no tengan cabida en igualdad de condiciones en la sociedad y especialmente en la comunidad cristiana. “La comunidad de la Iglesia, de los cristianos, es la comunidad de los hijos de Dios, por ello, que haya alguno de sus miembros que no se sienta integrado en plenitud tiene que ser objeto de preocupación, porque es la misma fidelidad del evangelio la que nos busca a tender puentes para comprendernos, abrazarnos y reconocernos mutuamente”, dijo.
El padre resaltó que cuando se formuló la doctrina no existía la información necesaria para comprender la diversidad sexual, por lo que precisa ser actualizada. “Se trata de compartir la alegría del evangelio, de reafirmar nuestra convicción profunda en la dignidad del bautismo y de poder anunciar a todo el mundo la invitación a romper con los prejuicios, creencias, mitos con los que se han justificado atrocidades, exclusión, maltrato, invisibilización de seres humanos que tienen una variante natural de la sexualidad humana, que es la orientación, distinta a la heterosexual.
Iglesia viva
Agregó que los cristianos que se apegan a la letra de la doctrina lo hacen para reforzar la discriminación, que solo prevalece en el debate de las ideas, porque en el encuentro con la persona con otra orientación sexual siempre aparecen otros valores positivos.
Refirió que “la Iglesia Católica, por ejemplo, es una comunidad viva en discernimiento, y para discernir juntos tenemos la ayuda del Espíritu Santo y al mismo tiempo tenemos la luz que ilumina nuestra consciencia para discernir los signos de los tiempos para dar respuestas adecuadas a los tiempos de hoy. La doctrina con toda la seriedad que tiene, el respeto que se merece, y la autoridad, es un momento segundo, el primer momento es el gesto, es la palabra oportuna. En la Iglesia, en la misa, decimos ‘danos, Señor, el gesto y la palabra oportuna ante todo hermano que se siente explotado y oprimido’. Jesucristo nos invita al encuentro con la persona y no al debate entre las ideas. En general, la resistencia y la homofobia provienen de debates intelectuales, pero no del encuentro humano con una persona de orientación sexual diversa”.
Erradicar el discurso de odio
José Silvera, presidente de Cristianos Inclusivos, señaló que el mensaje que quieren difundir es el de amor. “Nuestro desafío es erradicar el discurso de odio que viene de las iglesias y de las personas de fe, tratando de cambiarlo por un mensaje de amor y esperanza. Las interpretaciones bíblicas hoy tienen otro significado para nosotros, porque tenemos que volver a reinterpretar estos pasajes de acuerdo a nuestro contexto cultural. Entendemos que existe gran resistencia y que cambiar eso llevará tiempo, pero tenemos fe”, dijo.