Técnicos de la dirección de Fiscalización del Ministerio del Ambiente (Mades) fueron esta semana hasta la matadería “El Ciñuelo” de Mariano Roque Alonso para verificar el funcionamiento de su planta de tratamiento de efluentes.
Sin embargo, indicaron que no verificaron las condiciones del arroyo Cañada del Carmen (que pasa por la propiedad de la matadería) y ni siquiera tomaron muestras laboratoriales para saber la situación. En el informe, los técnicos sostienen que “durante el recorrido no se pudo constatar ningún tipo de vertido al cauce hídrico”.
Hugo Nazario Benítez, uno de los fiscalizadores, sostuvo que efectivamente hicieron una fugaz visita al establecimiento y al frigorífico de la zona, pero que en ese momento no encontraron nada irregular.
Desde hace varias semanas y como todos los años, los pobladores de cinco barrios de esta ciudad vienen reclamaron la alta contaminación del arroyo Cañada del Carmen. Responsabilizan del caso a este matadero, un frigorífico y a otros sitios de faena clandestina de la zona. Esta situación les acarrea muchos problemas de salud por el nauseabundo olor que despide el cauce, que desemboca en el arroyo Itay y luego en el río Paraguay.
Historial
La criminal contaminación de este cauce es una historia que se repite todos los años y hasta ahora el Mades no logró dar una solución efectiva a la cuestión y las denuncias siempre quedan en el oparei. En el caso del matadero “El Ciñuelo”, este cuenta con un historial de clausuras, sumarios y suspensiones desde hace más de 20 años. Pese a su legajo, el Mades les volvió a conceder la licencia.
El lugar figura a nombre de Ana Nidia Díaz. Sobre el punto, quisimos conocer la versión de esta o algún representante y de la firma que les preparó el estudio de impacto ambiental, pero no tuvimos retorno.