“Estoy buscando todavía mi corazón, creo que se me salió”, dijo el taxista. Adelantó que una vez que saquen el auto del buraco verificará los daños y analizará, a través de la asociación de taxistas, una posible demanda a la Municipalidad.
Relató que al cruzar la calle Picuiba, sintió que el vehículo se deslizó hacia un lado. Posteriormente, el rodado se hundió. Un vecino escuchó el ruido y salió a ayudar al taxista, alrededor de las 05:30 de ayer.
Consultamos al director Municipal de Vialidad de Asunción Edgardo Gómez y aseveró que el gran hundimiento que “tragó” a un taxista fue debido a la rotura de un desagüe cloacal. El mismo es muy antiguo -afirmó- y esto se puede confirmar por su material que es de cerámica.
“No sabemos cuándo sucedió la rotura del caño, pero debido a la antigüedad colapsó, llevando todo el soporte subterráneo. Ocurrió por el peso del taxi”, sentenció.
Relató que el caño cloacal es de 300 milímetros y está hecho de cerámica, lo que muestra su antigüedad.
La Essap se encarga de reparar puntualmente la conexión, y que la Comuna luego hará el relleno y reposición de empedrado. Sobre la posible demanda que anunció el afectado, Gómez manifestó que debería ir dirigida a la Essap.