Caiga quien caiga

Retumbó y dio confianza en que habría cambios de nuevos rumbos; habría un Paraguay de la gente. Sin embargo, ha pasado el tiempo y el “caiga quien caiga” de Mario Abdo Benítez ha terminado convertido en una frase ahogada en promesas incumplidas.

audima

Uno de los casos que nunca cayó es el del arquitecto Dany Édgar Javier Durand Espínola, ministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), uno de los ministerios sociales que maneja recursos multimillonarios (a agosto del año pasado decían haber ejecutado casi G. 500.000 millones) en licitaciones para compra de propiedades y construcción de viviendas sociales. Terrenos, construcciones, casas, departamentos, la “miel” de la que mucho conoce Durand, cerebro del denunciado grupo Mocipar, especializado en captar clientes que buscaban el sueño de la casa o el móvil propio.

Una gran cantidad de denuncias contra Mocipar llegó a las redes y una menor arribó a la Fiscalía con esperanzas de justicia... que pronto terminaron en la cloaca. Los estafados presentaron denuncia “innominada” pero he aquí que la fiscala Stella Marys Cano consideró que había que salvar a alguien que nadie mencionó: a Dany Durand. Lo salvó con una piolita antes que terminara el 2019, lo excluyó del proceso cuando su nombre, sus firmas y su arquitectura financiera están esparcidos en centenares de documentos.

Si la fiscala Cano hubiera investigado en forma antes de salvar a Durand; si tan solo hubiera acudido al EXPEDIENTE DE LA QUIEBRA que ellos mismos confiesan, se hubiera TROPEZADO Y ATRAGANTADO con documentos que indican que PELARON la empresa antes de declararse en quiebra. Día a día vaciaban cuentas y se repartían el dinero entre ellos mismos. Solamente GESTIONES DEL ESTE, empresa del procesado senador JAVIER ZACARÍAS IRÚN y del socio de Dany Durand, Fernando Román Fernández, se alzó con un total de G. 1.500 millones. Pero también usaron para el vaciamiento otras empresas satélites del mismo Durand y del mismo Román Fernández: CRISTAL INVERSIONES se llevó otros G. 600 millones.

Sin ruborizarse estos hábiles timadores, insertaron en el expediente de quiebra unas fotocopias de publicaciones de MOCIPAR insinuando que quebraron por culpa de la prensa. Si los medios no se hubieran hecho eco, el modo cuasi delictual hubiera continuado captando ingenuos.

Durand, finalmente, nos ha mentido. Sin despeinarse ni un milímetro llegó a decirnos que desde el 2017 él ya no formaba parte de Mocipar, que le había vendido sus acciones a su socio Fernando Román Fernández. Mudos nos quedamos ahora al descubrir los cheques –que tienen su firma y algunos datan del año 2018 y hasta agosto del 2019– a nombre de la Constructora Técnica Paraguaya SA (COTEPSA) y otros a nombre de Darío Avila. Estos “papelitos” confirmarían que siendo ministro seguía como parte de la arquitectura financiera de la empresa.

En el peor de los casos, es posible que ya no nos enteremos si los cheques son ciertos o falsos porque la Fiscala Cano dijo que Durand nada tenía que ver con Mocipar y lo salvó antes que terminara el 2019. En la Fiscalía –igual que en el gobierno– usan el mismísimo caiga quien caiga: caen los que no tienen que caer. Y aquellos a los que les cae de todo (poder, dinero, influencias, impunidad, inmunidad), esos nunca caen...

mabel@abc.com.py

Lo
más leído
del día