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En el Hospital Distrital de Villa Elisa, los pacientes esperan horas para ser atendidos y en los últimos días muchos se retiraron antes de acceder al servicio porque no había médicos para consultas.
Los ciudadanos que madrugan para poder asegurar un turno en el nosocomio, después de esperar horas bajo una precaria carpa en el patio de la institución son informados de que no tienen médicos porque están de vacaciones.
En el hospital de Ñemby las cosas no son diferentes. Además, desde hace casi dos años se realiza la ampliación del local, que avanza a pasos de tortuga.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social alquiló una casa para las consultas externas, pero los pacientes no cuentan ni con las más mínimas comodidades. En estos últimos días, los pacientes tuvieron que soportar estar hacinados en los angostos pasillos.
Los centros de salud de las ciudades de San Antonio y Ypané operan también en precarias condiciones, sin las comodidades básicas. Los pobladores de ambos distritos prefieren concurrir a los hospitales de Ñemby o Villa Elisa, que ya están abarrotados.
En San Antonio faltan médicos, para consultorios, tanto clínicos como pediatras. Además, este nosocomio no cuenta con médicos de guardia; solo las obstetras realizan servicios nocturnos. Debido a la falta de comodidad hasta los partos se realizan en los hospitales vecinos.
En Ypané también faltan más profesionales y solo cuenta con 10 camas para una población que supera los 60.000 habitantes. La ciudad está infestada de dengue y los responsables ya no saben cómo hacer frente a este mal.
Urge terminar con estas improvisaciones para rescatar al sistema de salud pública que está en terapia intensiva.
hruizdiaz@abc.com.py