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"El contenedor llegó con precinto (un sello de seguridad numerado) a Puerto Fénix. El precinto fue proporcionado por la línea marítima Mediterranean Shipping Company SA al exportador como una medida de seguridad para la carga", comentó Martínez. Agregó que la institución a su cargo solo hace el manipuleo de los contenedores y no participa de los procedimientos y trámites administrativos.
El Ing. Martínez explicó, además: "Supuestamente Aduanas debe abrir el contenedor y verificar la carga, cosa que no se hizo. Lastimosamente, el muchacho (José Florenciáñez, de Visturía) no verificó la carga".
El procedimiento de control del contenedor se debía realizar durante el despacho aduanero, señaló Martínez. Sin embargo, explicó que los funcionarios de Aduanas tienen muchas actividades. "Tienen muchísimo trabajo acá, tenemos cerca de 1.000 contenedores en exportación por mes y no pueden controlar todo. Les llevará mucho tiempo si van a controlar todas las cargas", manifestó.
Martínez añadió que existen diversos puntos llamativos en el caso, como el peso de la carga del contenedor. "Ese es un contenedor con capacidad para unos 27 mil kilos, pero la carga enviada, aun tratándose de carbón, fue de poco más de 16 mil kilos. Además, el valor del producto alcanzaría 3 mil a 4 mil dólares, lo que justamente se cobra por el flete a Europa", comentó.
La carga que llegó a Nápoles como cocaína fue exportada por "BG Import Export", cuyos servicios fueron contratados por Pedro Luis Arias Centurión, quien vendió el carbón a la firma "Limex SRL", con sede en Gioia Tauro, Italia.