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La sesión, que duró más de tres horas, estaba dirigida en principio a exigir la destitución del ministro del Interior, Carlos Filizzola, cuya salida se produjo en el transcurso del debate. A pesar de ello, se aprobó por mayoría la resolución que exigía al Ejecutivo la destitución del ministro y del comandante de la Policía, Paulino Rojas, e instaba a la Cámara de Diputados a iniciar el juicio político al secretario de Estado.
Senadores oviedistas y especialmente los colorados, como Julio C. Velázquez, María “Mami” Roa, Víctor Bernal y Rogelio Benítez acusaron al presidente Fernando Lugo de ser responsable del asesinato de los policías por haber alentado la lucha de clases y por legitimar a supuestos dirigentes campesinos con causas penales, recibiéndolos en su residencia o en el Palacio de Gobierno. También sostuvieron que lo ocurrido no era un hecho aislado, sino parte de una “hoja” de ruta para crear caos y mantenerse en el poder.
El senador Velázquez, con el respaldo del oviedista Enrique González Quintana, plantearon un proyecto de resolución para “revocar” el permiso que se le había dado en su momento a Carlos Filizzola para que asumiese como ministro, de tal manera a obligarlo a dejar el cargo. Sin embargo, el senador Marcelo Duarte (PQ), presidente de la comisión de Legislación, les explicó que no era posible esa vía, ya que la Constitución Nacional establece que la única forma de destituir a un ministro es por juicio político.
Senadores de Patria Querida Ana Mendoza y Miguel Carrizosa señalaron que Lugo nunca mostró voluntad real de combatir al denominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y que estuvo relacionado con algunos de sus miembros.
En tanto, el senador liberal Ramón Gómez indicó que el Parlamento no podía rehuir su responsabilidad en la falta de solución a los reclamos de tierras. Destacó que el problema de fondo viene de hace muchos años y no es de este gobierno solamente.
Los senadores Luis Wagner y Sixto Pereira señalaron también que las tierras de Blas N. Riquelme son malhabidas y que por complicidad de la Justicia no pudieron ser nunca recuperadas.