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“Yo tomé el caso como algo muy personal, porque tenía un lazo de amistad de varios años con Pablo Medina, y le garanticé a las autoridades paraguayas que recurrieron a mí que si Neneco estaba en Brasil lo íbamos a capturar en uno o dos meses”, declaró el jefe policial brasileño, quien coordinaba personalmente con el fiscal de Salto del Guairá, Lorenzo Lezcano, el rastreo del exintendente.
“Hicimos diversas diligencias en torno a dónde estaría Neneco, en varias ciudades del estado de Mato Grosso del Sur, hasta que obtuvimos un fuerte indicio de que estaría en Caarapó, donde finalmente lo atrapamos con los policías paraguayos”, remarcó.
“Ahora, gracias a Dios, se cumplieron con todos los trámites que contempla la legislación nacional de Brasil y por fin salió la extradición”, añadió en un tono bastante conforme el delegado Galinari.