Ambas presumieron de su orgullo latino en un trepidante espectáculo en el entretiempo del principal evento deportivo de Estados Unidos, un Super Bowl más hispano que nunca con la participación especial de las estrellas de la música urbana J Balvin y Bad Bunny.
Además, Emme Muñiz, hija de Jennifer López y Marc Anthony, hizo su debut mundial como cantante, al liderar un coro de niños vestidos de blanco, mientras Shakira le tocaba la batería y su madre la acompañaba con una capa que inicialmente parecía ser de la bandera estadounidense y terminó convirtiéndose en la de Puerto Rico, de donde son los cuatro abuelos de la niña.
Elogios y polémica
Celebridades como Lady Gaga, Demi Lovato, las hermanas Kardashian Jenner, y otros aplaudieron a ambas estrellas por su talento artístico y su valentía política. También lo hicieron artistas hispanos, aunque en las redes parte del público decidió enfrascarse en una pelea de quién lo hizo mejor. Muchos lo rechazaron. Alejandro Sanz lo resumió de esta forma: “Qué absurda pérdida de tiempo crear comparaciones cuando la música está más allá de todo eso. Ayer fuimos testigos de cómo dos estrellas brillaban juntas de tal manera que se convirtieron en esa galaxia única e irrepetible”. “Fueron ese tipo de luz que no deslumbra, se convirtieron durante 14 minutos en luz de guía y ejemplo de lo que representa la música. Ambas, juntas, no rozan la perfección, la desbordan”.