Historia de vida de un yerbatero

Don Ricardo Ortiz es un exitoso agricultor que empezó de la nada en Paso Yobái. Es oriundo de Valenzuela (Cordillera) y hace poco más de diez años se asentó en la compañía El Triunfo. Recuerda que llegó con una mochila en la espalda y hoy tiene una de las mejores parcelas de yerba mate de la comunidad.

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PASO YOBAI Dpto. del Guaira (Alberto Guido Pérez, corresponsal). El agricultor Ricardo Ortiz es ejemplo vivo de que “cuando uno quiere, puede”. Se mudo junto a su familia a la compañía El Triunfo, que se encuentra a 45 kilómetros del casco urbano de este distrito.

Relató que dejó su natal Valenzuela, del Departamento Cordillera, tan sólo con una mochila al hombro y con un gran deseo de sobresalir en la vida. En aquel entonces la compañía El Triunfo era un asentamiento. 

“A la edad de 22 años tomé coraje y vine junto con mi familia a agarrar para mi lote. No conocía casi nada de lo que era el cultivo de Yerba Mate, pero como era el rubro más fuerte de la zona empecé a consultar y averiguar entre los vecinos cómo se procedía. Me aventuré y cultivé porque me parecía muy interesante. Desde un principio escuché a los capacitadores, seguía las constantes charlas y así de a poco mi parcela se convirtió en lo que ahora es”, expresó.

Empezó a cultivar en un terreno de 10 hectáreas. En la actualidad cuenta con 100 hectáreas en las que además de 17 hectáreas de Yerba Mate, tiene cultivos de autoconsumo, animales de granja y ganado. 

Unas 10 hectáreas de la Yerba Mate se encuentra en su producción plena y logra una cosecha promedio de 20.000 kilos por hectárea. Consigue ese volumen de rendimiento porque las plantaciones están bien cuidadas, siguiendo siempre las recomendaciones de los técnicos especialistas en el rubro, según resaltó.

Las siete hectáreas restantes corresponden a cultivos más nuevos. La Yerba Mate rinde en su plenitud a partir de los cinco años de la plantación, dijo en este punto el yerbatero.

Una plantación puede durar cuarenta años si se cuida bien, aseguró Ortiz.

“Lo que siempre les digo a los demás y no me cansaré de decir es que si yo, que empecé de cero, pude; todos podemos hacerlo”, expresó.

Cultivo

Para empezar con la siembra se procede a juntar las semillas de la Yerba Mate, se molina para sacar todas las cascaras, se coloca en un balde por unos días hasta que las impurezas floten y las semillas se queden en el fondo del balde. De ahí se entierra en suelo bien preparado para su germinación.

Cuando las plantitas llegan a tener dos a tres hojitas, son trasladadas a los viveros donde son cuidadas por un periodo de un año aproximadamente para ser plantadas en las parcelas. Los cultivos bien cuidados están listos para la cosecha en el segundo año. 

Forma de cuidado

Luego de terminar la cosecha, se coloca un promedio de 250 kilos por hectárea de abono orgánico en las parcelas. Dependiendo del suelo, esto se realiza en septiembre cuando se presenta el primer brote de la Yerba Mate, al igual que del abono verde de invierno (avena).

Luego se procede a carpir, que se realiza solamente una vez al año. En caso de que aparezcan algunas plagas se realizan fumigaciones.

En enero se procede a abonar por segunda vez y en medio de las plantaciones se siembra la canavalia (abono verde de verano). Luego se espera el momento de la cosecha. 

Lo importante es nunca descuidar las parcelas, hacer un recorrido continuo para evitar focos de plagas, comentó Ricardo Ortiz.

Dentro de las parcelas, las plantas de Yerba Mate miden aproximadamente tres metros y medio de altura y en sus laterales unos dos metros cada lado, comentó Ortiz.

Hoy día el precio de la hoja puesta en fábrica es de G. 1.800 el kilo y G. 1.850 el kilo en finca.

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