Con el pan bajo el brazo

Reconociendo el prioritario rol de la madre en el desarrollo integral de cada ser humano, van mis felicitaciones a las heroínas que construyen la sociedad con cada decisión, consejo, cariño y, por sobre todo, con la enorme cantidad de tareas que cumplen diariamente.

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Esperar un hijo es una experiencia maravillosa para toda mujer que lo viva y esos nueve meses de gestación del milagro de la vida también coinciden con los preparativos emocionales y económicos que trae consigo cada bebe. El refrán con que reza el título de este artículo “Con el pan bajo el brazo” nos inspira con esperanza e ilusión, pero la realidad también nos hace caer en cuenta de los numerosos gastos que representa el cuidado y desarrollo de esta personita que viene a la familia.

Ilusión, responsabilidad y costos

Tener un hijo es una experiencia sublime pero trae a la vez consigo una responsabilidad irrenunciable que se inicia desde el mismo momento de su concepción. Los cuidados durante el embarazo son esenciales tanto para el bebé como para la mamá. La alimentación, ropa adecuada, ejercicios, descanso reparador, estudios médicos, análisis clínicos y controles prenatales también generalmente vienen acompañados de impactos financieros.

Luego, cuando llega el momento del nacimiento, debe contarse con el dinero suficiente no sólo para los tradicionales costos relacionados al parto, sino para los eventuales contratiempos que pudieran ocurrir.

Además, para esa fecha, ya se debe contar con todos los enseres que necesitará el recién nacido, es decir, durante los meses anteriores se tuvieron que haber adquirido las ropas, el mobiliario y los demás equipamientos que precisará el nuevo integrante de la familia.

Resulta llamativo que un ser tan pequeño e indefenso requiera de tanta cantidad de cosas, pero al hacer la lista los padres se dan cuenta de que lo mínimo que precisan para el cuarto del bebé incluye: cuna, mecedora, cómoda con cajones y desde luego la adecuada ropa de cama, bolso para salidas, pañalera y cambiador, entre otros.

A todo esto se suman innumerables artículos que ayudan a la comodidad del cuidado del bebé, como ser pañales, cremas, perfumes, champú, enjuague, algodón, mamaderas, chupetes, baby seat, columpios, sonajeros, carrito y desde luego las ropas que precisará para su crecimiento.

Además, un bebe sano, durante el primer año de vida, necesita periódicas visitas al pediatra, vacunas y vitaminas, para lo cual también se debe poseer el dinero necesario, eso sin contar que eventualmente podría enfermarse con algún resfrío, virus u otras molestias, lo que al tratarse de un delicado bebé es absolutamente predecible, pero no por ello deba dejar de atenderse con prontitud y esmero.

Sin duda, la lactancia materna es la forma más adecuada y natural de brindar el aporte nutricional, inmunológico y emocional al bebé, ya que además de alimentarlo permite el desarrollo de un fuerte lazo afectivo con la madre. Pero, además, trae aparejado un beneficio nada despreciable, se trata del importante ahorro que implica no comprar leche de formula y evita caer en innumerables costos en medicamentos gracias a que contiene todos los nutrientes y anticuerpos que lo mantendrán sano.

Advertencia de costos

Entonces, antes de entrar en esa vorágine de compras relacionadas a la espera de un bebé, existen algunos tips que podés tener en cuenta para evitar incurrir en gastos innecesarios. En el cuadro te presento algunas ideas, pero siempre es importante destacar que la billetera de uno no es la del otro, por lo tanto, tomá los consejos que te sirvan y dejá pasar los demás puesto que a otros podrían serles útiles.

Es bueno recordar que aunque el bebé traiga el pan bajo el brazo, no cuenta con todas las demás cosas que se necesitan para su cuidado y desarrollo. Ser padres es una responsabilidad, quizás la más importante que te toque en la vida, preparate para serlo con mayúsculas. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

gloria@ayalaperson.com.py

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