En el marco del aniversario número 50 de la firma del Tratado de Yacyretá, que se recordó el 3 de diciembre último, el exjefe técnico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) Ing. Juan José Encina, respondió un cuestionario elaborado por ABC, en el que destacó que el gobierno debe ver a Yacyretá como complemento de Itaipú para atender al sistema eléctrico paraguayo y no solamente como algo suplementario o solo necesario en ciertas contingencias.
El mercado de valores local movilizó entre enero y noviembre del presente año unos US$ 4.283 millones, que representan un aumento del 80% en las operaciones con respecto al resultado logrado en el mismo periodo el año pasado, informó la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) en el penúltimo reporte del presente periodo y consolidando un año histórico para el mercado bursátil paraguayo.
Entre los principales argumentos del Poder Ejecutivo para presentar ante el Congreso Nacional el proyecto de ley por el cual se reglamenta el rol supervisor del Estado a entidades de jubilaciones y pensiones, se destacan la heterogeneidad del sistema previsional local ante la ausencia de una supervisión centralizada y un marco regulatorio incompleto, que se convierten en barreras para avanzar en los desafíos actuales. Los recursos de 1,1 millones de personas que no cuentan con una adecuada supervisión (955.000 aportantes y 176.000 jubilados y pensionados) que, de no implementarse medidas, se estará poniendo en riesgo la jubilación de un gran número de paraguayos.
Recientemente, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) del Brasil, organismo de control externo del gobierno federal que opera como auxiliar del Congreso brasileño, determinó que el Ejecutivo del país vecino debe presentar su planeamiento para la revisión del Anexo C de Itaipú. Mientras, en nuestro país, brillan por su ausencia las instituciones de control “espejo” de la TCU para el mismo fin. Una lamentable situación de inferioridad paraguaya al decir de la jefa de Gabinete de la Presidencia de la República, Lea Giménez.
Este artículo se enfoca en desafiar la noción del ‘statu quo’ en Itaipú, analizando cómo las variaciones en la cantidad de turbinas en operación influirán en la fijación de la futuras tarifas eléctricas y en los acuerdos internacionales. Es claro que el futuro difiere enormemente de los 50 años pasados.