Construir el mañana

De niños, acompañar a su padre, Roque, a sus obras de construcción era una de las actividades frecuentes de Chiara María (38) y Juan José Ardissone Ferreiro (36), quienes, conforme fueron creciendo, también afianzaron su interés por la arquitectura. 

Egresados de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), empezaron la labor de diseñar juntos sin idearlo, y la complicidad entre hermanos los llevó a seguir uno al lado del otro y celebrar 10 años de trabajo ininterrumpido a través de PRO Arquitectos, un estudio que no solo busca la conformidad del cliente, sino también contribuir a la arquitectura paraguaya. 

Nuestra Obra 2008-2018 es el texto pensado para registrar los avances en construcción aportados por los hermanos durante 10 años de trabajo, y lanzado al mercado literario para impulsar a otros sectores a idear un registro de sus trabajos y contribuciones al país.

¿Cuándo se inició en ustedes la ambición de ejercer la arquitectura? C: En el 2008. Si bien venimos de una familia en la que nuestro padre se dedica hace décadas al sector de la construcción en el país, decidimos emprender algo propio y relacionado a los conocimientos que adquirimos durante nuestra educación universitaria. J: Desde pequeño acompañaba a mi padre, quien es ingeniero, a sus obras y me llamaba la atención la manera en la que el personal construía. Además, en épocas de colegio siempre fui el encargado de organizar y ambientar todos los eventos y kermeses realizados en la institución.

¿Siempre estuvo en planes trabajar juntos? ¿En qué momento comenzó a afianzarse la idea? C: La verdad es que fue algo muy natural y simplemente se fue dando. Empezamos haciendo varias reformas y trabajos de diseño interior y, para cuando nos dimos cuenta, ya había pasado un tiempo considerable de trabajo coordinado. Vimos que nos entendíamos, encontramos las fortalezas de cada uno y decidimos unirnos, siempre con la idea de ser no solo un estudio de arquitectura, sino una empresa seria que aporte a la sociedad. 

J: Ya en épocas de la facultad solíamos ayudarnos con la entrega de los proyectos, maquetas y trabajos, pero nunca pensábamos en trabajar juntos.

No siempre los hermanos se llevan bien. ¿Fue complicado congeniar ideas y metas? C: Aunque no sea lo habitual, nosotros nos llevamos muy bien, sabemos perfectamente dividir las tareas y responsabilidades que tiene cada uno en su rol en la empresa. Somos hermanos que cuidamos nuestros afectos y nos complementamos perfectamente en el ámbito laboral. J: A lo largo de estos años hemos aprendido a descubrir para qué es bueno cada uno y eso realizamos. Por ejemplo, yo me encargo del desarrollo de los proyectos y el trato inicial con los clientes, mientras que Chiara tiene más paciencia para el control de las obras.

Durante estos 10 años trabajando juntos, ¿cuál fue el mayor desafío? J: Formar un equipo de trabajo que va cambiando, se actualiza y renueva constantemente, así como responder en tiempo y forma a los requerimientos de los proyectos de gran envergadura, cuando todavía teníamos poca experiencia.

¿Y la mayor satisfacción? C: El factor humano. La buena relación que creamos con muchos de nuestros clientes, proveedores y, también, todo el staff que hoy integramos es muy satisfactorio; sentimos un compromiso muy grande con todos ellos. J: Cuando ves cada obra terminada, el cliente usándola y la gente comentando que quedó maravillosa.

¿Cuántas personas trabajan hoy con ustedes? C: Internamente somos 12 personas las que estamos en el día a día, pero también existe todo un equipo externo de profesionales técnicos. J: A esos 12 arquitectos se suman dos personas en equipo de administración, pero también trabajamos con arquitectos e ingenieros externos para el desarrollo de las especialidades de ingeniería y otras de diseño.

¿A qué sector de la construcción se enfocan? C: Nos dedicamos íntegramente al desarrollo de proyectos de arquitectura, diseño interior y dirección de obras, entre ellos, casas, hoteles, restaurantes y edificios corporativos.

¿Qué diferencia a PRO Arquitectos de otros estudios? 

J: Intentamos comprender el anhelo del cliente y responder mediante una obra que tenga nuestros conceptos, respetando las intenciones del comitente. Además, en el caso de proyectos inmobiliarios, buscamos que los desarrollos consigan la mejor rentabilidad posible para el inversor, en espacios apropiados e interesantes para el consumidor final que compra o alquila.

¿Consideran difícil mantener el sello de autor?

J: Creo que cada proyecto es único y desde ahí se puede decir que tiene un sello de autor. Cada cliente, lugar y momento hacen que el proyecto generado resulte único. Por otro lado, no nos vemos como un estudio que sigue una corriente o estilo único; quizá, sí en cuanto a criterios espaciales, pero no en lo estético.

En un sector en el que casi todo ya está hecho, ¿cómo no caer en copias? C: Es algo que siempre nos preguntamos, pero la verdad es que nuestra arquitectura se adapta a las necesidades y los gustos del cliente. J: Es muy divertido crear cosas nuevas; sin embargo, todos copiamos cosas, detalles e ideas. El problema no es copiar, sino saber copiar; para qué, dónde y cómo.

¿Cómo nació la idea de resumir una década de labor en un texto? C: Surge de la necesidad de documentar nuestro aporte en todos estos años. Nos pareció interesante hacer un libro que registre nuestros primeros pasos, que fue un periodo muy importante en nuestra carrera profesional. También, pensamos que dimos un puntapié inicial para que otros profesionales del mismo rubro puedan crear registro de su aporte a la arquitectura paraguaya. J: El objetivo de Nuestra Obra es documentar nuestro esfuerzo, mostrar a quien pueda interesarle lo que logramos hacer en el corto tiempo que tiene nuestro estudio. Además, consideramos importante que en el Paraguay se muestre lo que se hace, por lo que nos encantaría que más profesionales del rubro y otros relacionados muestren lo que hacen con tanto esfuerzo.

¿Cuál es el siguiente paso u objetivo? C: Seguir afianzándonos en el creciente mercado de la arquitectura, el diseño y la construcción en nuestro país y, por supuesto, adecuándonos a los tiempos en los que vivimos hoy. J: Hoy, el plantel maneja muchos proyectos a la vez, para los cuales estamos creciendo en equipo humano, pero también en tecnología, implementando nuevos programas que nos permiten entregar cada vez mejores proyectos y facilitando así los procesos constructivos.

Respetuosos con el medioambiente a través del intercambio de ideas, estos profesionales aportan desde hace 10 años al desarrollo de la arquitectura en el Paraguay.

Arquitectura paraguaya 

Todavía hoy, la herencia europea se ve plasmada en la arquitectura paraguaya; sin embargo, a partir de la década del 40, y tras la llegada de los primeros arquitectos paraguayos con títulos obtenidos en el extranjero, el país sufrió una transformación en el paisaje urbano e ingresó una construcción moderna, pero con características propias. Hoy, ese modernismo se afianza y expande a cada rincón de Asunción, así como a otras ciudades del interior del país. 

Texto nadia.cano@abc.com.py