Con el objetivo de disminuir las frutas y verduras desperdiciadas, las cocineras del Mercado de Abasto de Asunción fueron capacitadas para preparar alimentos sanos con la técnica de reciclaje culinario. El proyecto Tembi’urã, "sin desperdicio” se impulsó gracias a una alianza entre la Organización Decidamos y la Municipalidad de Asunción.
Unas 15 cocineras del Bloque C del Mercado de Abasto asistieron al “Taller de Introducción al Reciclaje Culinario y Aprovechamiento de Frutas y Verduras del Mercado de Abasto de Asunción”. Durante los seis talleres se les enseñó a incorporar buenas prácticas a la hora de cocinar alimentos para sus clientes y familiares, informó Enrique Gauto, de Decidamos.
“En esta primera etapa de capacitaciones culinarias se introdujeron los conceptos de higiene y manipulación de alimentos. En el Mercado de Abasto nos dimos cuenta que se desperdician muchos alimentos que pueden ser aprovechados mediante la aplicación del reciclaje culinario con recetas que contemplan el aprovechamiento del 100% de frutas y verduras”, dijo Gauto.
Explicó que se logró en los talleres el mejor aprovechamiento de productos alimenticios como frutas y verduras que antes iban a ser descartados del circuito comercial por no cumplir con requisitos para la venta, ya sea por su forma, color o estar demasiado maduros.
“Hay muchas frutas y verduras un poco pasadas que ya no se pueden vender, pero que con la debida limpieza y procesamiento se pueden producir alimentos aptos para el consumo. En otros países ya se está trabajando en eso para combatir el hambre. Aquí tenemos que ir apostando también en eso”, manifestó Gauto.
Gauto explicó además que el proyecto Tembi’urã, "sin desperdicio”, forma parte de un proyecto más amplio de promoción de la agricultura campesina como instrumento de lucha contra la pobreza.
Según datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de 300.000 paraguayos pasan hambre, más de 800.000 están en la franja de desnutrición y más de 1.800.000 compatriotas están en la pobreza. Mientras por día se desperdicia demasiados alimentos en los principales centros de abastecimiento de nuestro país.
“Con esto buscamos mejorar la capacidad de producción como el acceso a los mercados locales de los pequeños productores. Estamos, por ejemplo, trabajando con comités de agricultores de Caaguazú para que vengan a colocar sus productos. También estamos trabajando con otros grupos que se dedican al reciclaje de alimentos. Todo esto para un mejor aprovechamiento”, puntualizó Gauto.
Manifestó que el proyecto contempla tres componentes: 1) fortalecimiento mediante la formación y acompañamiento técnico; 2) estado de opinión favorable mediante una campaña de información y sensibilización a la población general; y 3) incidencia ante autoridades locales y la articulación con el sector privado.
Por su parte, la cocinera Zunilda Arce, quien trabaja en el Mercado de Abasto hace 18 años, manifestó que la capacitación le servirá para su labor. Tildó de positiva la iniciativa e instó a otras instituciones como el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) a ir a capacitar a los trabajadores del mercado.
“Nos enseñaron a no desperdiciar nada, a saber utilizar todas las verduras y frutas. También a reciclar las comidas para elaborar otros platos, siempre cuidando todo lo que tiene que ver con salubridad e higiene”, dijo la cocinera.
Agregó que las técnicas no solo las implementará en su local en el mercado, sino también en su casa, para poder ahorrar un poco de dinero y sobre todo no desperdiciar nada.
Explicó que le enseñaron a hacer mermeladas, salsas, caldos y otras delicias en donde se utiliza en 100 por ciento de las frutas y verduras. Puntualizó que desde esta semana comenzarán a ofrecer a sus clientes los productos elaborados con la técnica de reciclaje culinario.
Según los datos, por día en el Mercado Central de Abasto se desperdician y pudren más de 60 mil kilos de alimentos, y eso es una pena, teniendo en cuenta la situación de extrema pobreza de muchos compatriotas que en algunos casos no tienen un plato de comida.
“Con este tipo de iniciativa lo que se busca es que se aproveche todo. Que no tiremos ni la comida del día porque podemos reciclar y hacer otras recetas. También las frutas y verduras pueden servir para las mermeladas y salsas. Hacer caldos, puré. Pero, claro, con todos los cuidados de limpieza y salubridad", dijo Zunilda.