Fue el sábado 2 de febrero de este año cuando la primera dama Silvana Abdo participó de un evento de donación de kits de alimentos dentro de la sede de la Gobernación de Alto Paraná. De acuerdo al reporte de la Oficina de la Primera Dama (OPD), fueron 1.500 las personas beneficiadas en un evento con un evidente tinte político que contó con la presencia del gobernador Roberto González Vaesken.
El evento formó parte del programa Paraguay Solidario, que la OPD articula y ejecuta. También ese día, de acuerdo a la crónica de ABC Color, el gobernador González Vaesken pidió a la gente que grite varias veces “¡Viva Marito! ¡Viva Silvana!” durante la donación para las personas de escasos recursos. Eran tiempos en que el clan Zacarías dejaba el poder y se empezaba a articular las internas partidarias y las elecciones municipales que terminaron en derrota para el Partido Colorado en Ciudad del Este.
En la sede de la Gobernación se veían una cajas grandes con el logo de Itaipú Binacional. En una de las fotos difundidas por la OPD en su sitio web se puede observar a una sonriente Maura Olazar, directora administrativa financiera del PTI, con una de esas cajas mirando al gobernador del Alto Paraná: eran kits de alimentos.
Una orden de compra, la 5/2019 del PTI, revela que la entidad gastó G. 208.560.000 para comprar 869 kits a G. 240.000 cada uno para hacer estas donaciones con tinte político. El rubro que se señala en este documento es el de “aporte institucional para acción social, gastos diversos”. Figura como proveedor la empresa ELID SA, que corresponde al supermercado Gran Vía.
Fuentes con conocimiento de proceso de compra cuyas identidades se resguardan por temor a represalias afirmaron que estos fondos en realidad deben ser destinados a proyectos científicos y tecnológicos del PTI, como se reseña en su misión y visión dentro de su sitio web. Además, el dinero también debería destinarse a la capacitación de funcionarios y no para la compra de alimentos para entregar a personas de escasos recursos en el marco de una celebración política.
De hecho, el PTI no contaba con una dirección de acción social, al menos hasta febrero pasado. Maura Olazar se negó a dar explicaciones al respecto, alegando que solo Itaipú podía hacerlo y no el PTI. Posteriormente, consultado Itaipú sobre el punto, contestaron que PTI tenía autonomía administrativa. En síntesis, se «pasaron la pelota» hasta la difusión de un comunicado sobre el punto, que refirió que la donación de estos kits se hicieron “en el marco de una cooperación institucional específica para lo cual ha solicitado los recursos a la instituyente, la Itaipú Binacional”.
“Los recursos para esta acción social puntual de ninguna manera afectaron los fondos correspondientes a los convenios de investigación tecnológica e innovación que mantiene el PTI con su instituyente”, concluyó el documento.
Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué el PTI pidió dinero a Itaipú para una donación entendiendo que la propia binacional realiza este tipo de acciones? ¿Para congraciarse con el presidente de la República? ¿Con el gobernador?
Otra de las cuestiones que llaman la atención es que en el documento de orden de compra figura que la adquisición fue realizada a través de un convenio con «recursos propios». Si bien la donación fue hecha el 2 de febrero, el documento tiene fecha de compra del día 14 de febrero. Cabe deducir que hubo una suerte de «blanqueo» documental después de estas compras con tintes políticos.
A Silvana Abdo se la ve en las fotos de ese evento compartiendo con gente pobre, abrazándola y entregándole las cajas con el logo de la Itaipú. Desde la Oficina de la Primera Dama contestaron que el programa “Paraguay Solidario” no usa fondos públicos y que solo articula y aplica la logística de las donaciones que se realizan. En ese mes, el módulo de asistencia se centró en la donación de víveres a personas de escasos recursos afectadas por la crecida.
Silvana Abdo se convirtió así ese día en un mero “pasamanos” de las donaciones hechas por el PTI e Itaipú con dinero presuntamente desviado de donde verdaderamente debería invertirse: el desarrollo tecnológico.