El pasado 24 de julio músicos, gestores culturales y representantes del rubro gastronómico enviaron una carta directamente al viceministro de Salud, Juan Carlos Portillo, pidiendo la modificación del protocolo para el sector musical y su relación con el sector gastronómico “ante la urgente necesidad de reactivar las actividades musicales en vivo y respondiendo al pedido del sector gastronómico para poder brindar un valor agregado a sus servicios”.
En el protocolo sanitario para el sector musical que permite la realización de ensayos, grabaciones y conciertos sin público presencial, piden que se haga una excepción para poder tocar pero contando “con un público limitado en los locales gastronómicos, que cumplan con el protocolo sanitario correspondiente a su rubro”.
A la hora de hablar específicamente sobre los instrumentos de viento, proponen que los músicos tocarán teniendo “un especial cuidado y tratamiento, debiendo los mismos utilizar un protector de acrílico para evitar la propagación de partículas de saliva en las presentaciones con público en vivo” y proponen contar con “una bandeja de desinfección con lavandina para el vaciamiento de los residuos salivales”.
En cuanto a lo que corresponde al protocolo gastronómico, piden que los establecimientos que quieran contar con una actividad artística-musical garanticen y coordinen su desarrollo “teniendo en cuenta las normativas sanitarias del protocolo del sector musical”. En caso de que se desarrolle un concierto en un local gastronómico, sugieren que las mesas de los comensales guarden “distancia de dos metros como mínimo con respecto al escenario”.
“Teniendo en cuenta que las modificaciones podrían haber sido aplicadas desde el comienzo de la fase 3 (al habilitarse la apertura de restaurantes, bares, etc.) rogamos considerar esta propuesta de carácter urgente para poder desarrollar nuestras actividades musicales y reactivarnos económicamente, sumándonos a la demanda del sector gastronómico y entretenimiento a poder acceder a nuestros servicios”.
La nota está firmada por Teófilo Acosta, presidente de Autores Paraguayos Asociados; Francisco Valdéz, presidente de la Sociedad de Gestión de Productores Fonográficos del Paraguay; Pablo Agüero, presidente de la Entidad Paraguaya de Artistas Interpretes o Ejecutantes; Gonzalo Resquín, músico y gestor cultural; Víctor Morel, músico y productor cultural; Augusto Insfrán, presidente de la Asociación de Bares del Paraguay; Rodrigo Nogués, presidente de la Asociación de Negocios de Entretenimiento y Gastronomía; y Roger Careaga, presidente de la Asociación de la Movida del Centro Histórico de Asunción.
Reclaman también una poca claridad
A través de Twitter, el viceministro de Salud, Juan Carlos Portillo, había respondido a los músicos que “los conciertos no están permitidos aún”, pero que sí se puede “amenizar con música en vivo los lugares que permiten controlar la cantidad de asistentes”.
Ante dicha contradicción, el guitarrista Iván Figueredo le consultó la diferencia entre “dar un concierto en vivo” y “amenizar con música en vivo”. Portillo dijo que “concierto es un evento con asistencia masiva de público” con “posibilidades nulas de control”, pero que “música en vivo” es tocar “en un lugar habilitado para el efecto”. Incluso dijo que desde la fase 2 ya podía haber “música en vivo, con cantidad limitada de integrantes como solistas, dúos o tríos”, volviendo a caer en contradicciones.
Los músicos cuestionan esa falta de claridad, por ello hicieron el pedido correspondiente a través de la nota mencionada. Intentamos comunicarnos con el viceministro en reiteradas ocasiones para que aclare sobre este pedido, pero la llamada va al buzón de voz.