“El cisne” trata de una niña que es enviada por sus padres a la casa de sus tíos en el campo para madurar y endurecer su carácter con la dura vida de granja durante el verano. Allí comparte la habitación con Jón, un joven campesino que escribe todas las noches y cautiva su atención. Cuando vuelve a la casa la hija adolescente de los granjeros, trastornada por serios problemas emocionales, la niña se ve enredada en situaciones que apenas puede comprender y queda fascinada por la leyenda de un monstruo que se transforma en un cisne para atraer a sus presas.
Por su parte, el filme del consagrado director Andrei Konchalovsky, ganadora de varios premios internacionales, se desarrolla durante la II Guerra Mundial y presenta a un funcionario francés colaborador de la ocupación nazi, una aristócrata rusa apresada por proteger niños judíos y un oficial de las SS que audita los campos de concentración. El título se refiere a la sociedad utópica que pretendía Adolf Hitler, con menciones directas a la construcción de una Alemania perfecta en Paraguay. Muchas películas se han hecho sobre el Holocausto pero ésta ofrece algo diferente.