Hauke Bert Pattist, la historia del nazi al que nadie pidió cuentas

Oviedo (España), 24 abr (EFE).- El documental 'El amigo de todos', dirigido por el español José Antonio Quirós y que se estrena este miércoles, recoge la historia de Hauke Bert Pattist, un nazi holandés que residió impunemente en España desde 1956.

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Quirós, que le conoció en su infancia, relata la vida de Bert Pattist en la ciudad española de Oviedo durante el franquismo y la democracia a partir de los ojos de un niño al que un hombre generoso en las propinas y que hablaba varios idiomas había fascinado cuando acudía al restaurante de sus padres.

"Durante la pandemia tuve tiempo para leer y rescatar documentos. Descubrí que ese personaje era un criminal de guerra. Hubo un conflicto entre los buenos recuerdos de la infancia y el hecho de enfrentarte a un monstruo", relata Quirós a EFE.

Bert Pattist se integró hasta ser considerado uno más, un "amigo de todos", sin que nadie cuestionara su pasado, apunta.

Nacido en Utrech en 1920, se nacionalizó alemán en 1941 para incorporarse a uno de los cuerpos del Ejército nazi y fue condenado en ausencia a cadena perpetua en Países Bajos en 1947 por crímenes y torturas en los que había participado tres años antes en el arresto de más de 2.000 judíos escondidos en Ámsterdam, acusaciones que siempre negó.

Tras fugarse del campo donde estaba internado al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la pista se pierde a través de varios países hasta que en 1956 cruza la frontera española con documentación de cuatro nacionalidades y después de un breve paso por un campo de trabajo sale en libertad gracias a las gestiones de un compañero de armas residente en Madrid.

A partir de ahí se instala en Oviedo, donde se casa y tiene cinco hijos, además de abrir una academia de idiomas, desde la que presuntamente colaboraba con la Policía para controlar a estudiantes antifranquistas y, tras obtener la nacionalidad española en 1966, trabaja como traductor para el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.

La llegada de la democracia a España le dio la visibilidad pública que no tuvo durante el franquismo, con su aparición en numerosos medios de comunicación.

"Aprovechó el espacio que le daban para reconstruir su personaje y adaptarlo al entorno admitiendo su pasado, pero sin arrepentirse", afirma Quirós tras dedicar dos años a investigar.

El cineasta constató que el Gobierno neerlandés solicitó su extradición en 1979 y 1983, pero ninguna se materializó, al igual en 1997 con la impulsada por el Centro Simon Wiesenthal, que desde Estados Unidos investiga criminales de guerra nazis.

"Creo que se miró hacia otra parte", asegura Quirós, que advierte de que en Países Bajos sí circulan versiones sin demostrar de que esa decisión obedeció a determinadas informaciones que pudiese desvelar.

También sobre su muerte, aparentemente plácida en un hospital en 2001, el documental apunta a algunas dudas que podrán aclararse en el futuro si salen algunos documentos a la luz.

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