Omara Portuondo: “El arte es una forma de comunicación, es el termómetro de una sociedad”

Este 29 de octubre cumplirá 90 años. Es la diva del Buena Vista Social Club y conocida como “la novia del feeling”. Omara Portuondo, más activa que nunca, habló en exclusiva con ABC Color sobre el proyecto cubano con el que recorrió el mundo y con el que acaba de relanzar la edición 25 aniversario del histórico álbum que lleva el nombre del grupo.

La cantante cubana Omara Portuondo conversó con ABC Color sobre la reedición del primer álbum de Buena Vista Social Club.
La cantante cubana Omara Portuondo conversó con ABC Color sobre la reedición del primer álbum de Buena Vista Social Club.GENTILEZA

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En 1997 salía el álbum Buena Vista Social Club y, 25 años después, el proyecto lanza una edición aniversario remasterizado por el ingeniero ganador del Grammy, Bernie Grundman. La aclamación del álbum original ha elevado a los artistas como Ibrahim Ferrer, Eliades Ochoa, Compay Segundo, Rubén González y Omara Portuondo a la categoría de estrellas de la música latina. Además, ha inspirado una película premiada de Wim Wenders y ha contribuido a popularizar la rica herencia musical de Cuba.

Producida por Ry Cooder para World Circuit, la calidad atemporal de la música y el puro entusiasmo de los intérpretes veteranos han asegurado que esta sea una de las grabaciones históricas del siglo XX.

Esta nueva edición incluye temas que fueron grabados durante esa famosa semana de 1996 pero que nunca fueron lanzados; algunas pensadas como sugerencias de repertorio, algunas improvisaciones espontáneas y gemas. También hay tomas alternativas de algunas de las ahora famosas y más queridas canciones del álbum.

En esta celebración y tras años de camino recorrido, Omara rememora que los desafíos de una Cuba que no era libre no eran nada para ella, pues afirma nunca haber tenido miedo de seguir sus convicciones. Empezó bailando con su hermana y luego el canto la elevó.

Su historia comienza en 1930. Nació en La Habana. Sus padres son Bartolomé Portuondo y Esperanza Pelíez. “Pues desde muy pequeña en mi casa se escuchaba música. Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia con mis padres cantando todos juntos. Mi mamá empezaba a cocinar y todos cantábamos, yo le hacía las segundas voces a mi papá. Así empecé en la música, de manera natural”, afirmó.

Su carrera empezó en la danza, específicamente en el cabaret Tropicana, en La Habana de 1952. Al pensar en si era osado dedicarse a ello en la Cuba de la década del 50, manifestó que lo único que recuerda del día de su estreno es que le daba “vergüenza enseñar las piernas”. Con gracia, agregó que “no había osadía, al menos en mi caso tanto mi hermana como yo siempre tuvimos el respaldo y apoyo de nuestros padres y familiares”.

El grupo realizó una gira por América, actuó con Nat King Cole en el Tropicana y grabó un disco para RCA antes de que la revolución pusiera fin a tales posibilidades, aunque continuó cantando con el grupo hasta 1967 cuando lanzó una carrera en solitario.

Logró gran éxito en Cuba como voz líder en el estilo “feelin”. Cuando se requirió una voz femenina para las sesiones de Buena Vista en 1996, fue la elección perfecta, colaborando memorablemente con Compay Segundo en “Veinte Años”. Posteriormente, su dueto con Ibrahim Ferrer en “Silencio” se convirtió en un punto culminante del documental de Wim Wenders y los shows en vivo de Buena Vista.

Cuando la convocaron a grabar esas canciones para ella “fue una sorpresa”, pues representó un reencuentro con “amigos como Ibrahim Ferrer”. “Yo estaba ese día grabando en el estudio de arriba y me llamaron ya que necesitaban una voz femenina en la grabación, y me uní a ellos y cantamos sin apenas ensayar. Fue todo muy natural ya que nos conocíamos todos”, contó.

Con Buena Vista Social Club abrazan estilos como el son cubano, el bolero, guajira y mucho más. Para ella es importante que los géneros que representan a un país o región perduren en el tiempo, porque “es una forma de representar la cultura, su raíz. Siempre pueden venir nuevos estilos, mezclas, hay sitio para todo y todos. En el caso de este proyecto, se trataba de trabajar justamente los clásicos cubanos y su naturaleza ha sido siempre esa”, remarcó.

Además, celebra que salgan canciones inéditas de la sesión original de 1996. “Esas canciones celebran los 25 años de la formación y qué mejor regalo que editarlas para festejar dicho aniversario. Celebro ya que el público podrá seguir disfrutando del Buena Vista Social Club”, enfatizó.

Sobre una de las canciones inéditas que salieron, “La Pluma”, la describen como una “hermosa trova con letras que se remontan a los poetas del siglo XIX que idolatraban a las mujeres con sus palabras de elevado romanticismo”. Al respecto de la lírica y sobre cómo hoy en día hay muchas muy buenas pero otras plagadas de misoginia, observó que “las letras cuentan historias y nos hacer reflexionar. Toda música hace sentir algo, es extraño que escuches una canción y no te haga sentir algo. Pues el mensaje misógino tiene que ser criticado ciertamente”, reafirmó.

En el sentido de la verdad que hay en las canciones profundizó que la voz es esencial como contadora de verdades. “La voz cuenta historias, cuentan sentimientos. Yo cuando canto, lo hago de corazón para hacer llegar esa emoción a todos”.

“Veinte años”, “Dos gardenias” y muchos otros clásicos integran este álbum. Pero Omara también mira al presente y piensa que le gustan muchos artistas de la actualidad. “¡Por supuesto que hay calidad y mucha! Pues la lista es larga, pero podemos hablar de Natalia Lafourcade, Gaby Moreno”, citó.

Al respecto, pensó también en la figura de la mujer en la música, recordando cómo ella trascendió dentro de un grupo enteramente masculino. “Pues como todo en la sociedad hay avances pero queda mucho trabajo aún por hacer. El arte, la música es un lenguaje universal por ello es muy importante hacer llegar a todos un mensaje de cambio y de equidad”, planteó.

A lo largo de su vida ha compartido con nombres tan diversos desde Edith Piaf, pasando por Bola de Nieve hasta Nat King Cole o la mencionada Natalia Lafourcade. Para ella todas estas experiencias son aprendizajes. “El colaborar con otros artistas es un acto de aprendizaje, de empatía y de generosidad mutua. Tanto en el observar, compartir y crecer por la mirada del otro. Por ese motivo me considero una mujer muy afortunada ya que en mi carrera he tenido la oportunidad de colaborar con infinidad de artistas, proyectos y de una forma u otra me ha traído a donde estoy hoy día”, indicó.

La consulta final a la diva cubana fue ¿qué representa el arte y en qué medida es necesario para la sociedad? “Qué linda pregunta. Pues el arte para mi lo es todo. Mi familia y la música son los motores centrales de mi vida. Como le decía antes, el arte es una forma de comunicación, es el termómetro de una sociedad y es muy importante que exista, porque arte es sentir. Arte es vida”.

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