El jurado destacó "los extraordinarios logros artísticos y el compromiso por el desarrollo y puesta en marcha de nuevas producciones operísticas" del festival, que el próximo julio celebrará su edición número 77.
"Con una programación multifacética y que mira hacia el futuro, el festival ha producido hitos en obras maestras contemporáneas que han perpetuado la forma artística y añadido un capítulo importante a la historia de la música", señala el fallo.
El festival ha estado asociado históricamente a Mozart, aunque ha abarcado todo tipo de géneros y estética, y en las últimas dos décadas, ha apostado por nuevos enfoques y revitalizado su repertorio.
El galardón, que está dotado con 1 millón de dólares (888.000 euros), será entregado por el rey Carlos XVI Gustavo el próximo 21 de octubre en el Koserthus de Estocolmo.
La fundación Birgit Nilsson, creada a principios de la década de 1980 por la propia soprano, premia cada dos o tres años logros extraordinarios dentro de la música clásica.
La artista estableció antes de su fallecimiento en 2005 un legado para la institución de estos premios -que se nutren de los intereses que genera su herencia- y especificó que el primero debía ser para el tenor y director español Plácido Domingo, aunque su decisión no se dio a conocer hasta 2009.
El director italiano Riccardo Mutti, la Orquesta Filarmónica de Viena, la soprano sueca Nina Stemme y el violonchelista estadounidense de origen chino Yo-Yo Ma también han recibido el galardón.
Nilsson, nacida en 1918 en Vastra Karup (Suecia), fue un icono entre las intérpretes de Wagner, Strauss, Puccini y Verdi y se retiró de la escena en 1982.