Tras dos años de investigación, la Policía Federal arrestó a tres miembros de una familia que comandaban el esquema de contrabando. Los operativos fueron ejecutados en Maringa y Cándido de Abreu, municipios brasileños distantes a más de 400 kilómetros de Ciudad del Este.
Durante el procedimiento los agentes incautaron también cuatro lujosos vehículos de origen europeo: dos de la marca Porsche, una camioneta BMW y un auto Ferrari. Este último vehículo tiene un valor superior a G. 2.000 millones, según publican medios de comunicación de Brasil.
Según la Policía Federal, los autos de alta gama fueron importados de Europa, luego fueron matriculados en Paraguay y finalmente fueron vendidos en Brasil donde circulaban con chapa paraguaya.
La legislación brasileña prohíbe esta práctica, que a su vez constituye una maniobra para eludir elevados pagos por impuestos teniendo en cuenta que en Brasil se cobra altos tributos a los vehículos importados y de lujo, una medida proteccionista a su industria automotriz.
Los detenidos, cuyas identidades no fueron divulgadas, son investigados por contrabando, evasión de divisas, crimen fiscal y lavado de dinero.