Cómo limpiar el horno sin dañarlo en el intento

Si estás pensando en aprovechar el fin de semana para limpiar el horno estas recomendaciones te van a servir mucho.

Limpieza del horno.
Limpieza del horno.Shutterstock

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El horno es una de las cosas más tediosas de limpiar. si lo usamos muy seguido, es probable que acumule mucha grasa y restos de comidas en su interior, y no siempre sabemos cómo encarar su limpieza correctamente. También algunos consejos para que no se ensucie tanto.

Todos los hornos, ya sea el que está integrado a la cocina, el que va empotrado en la pared o el eléctrico que se pone sobre la mesada, si son muy usados, acumulan restos de grasa, comidas derramadas, sarro, y comienzan a oxidarse y descomponerse mucho más rápido de lo que deberían.

Precauciones para mantener limpio el horno

Forrar con aluminio. Una buena idea para no tener que limpiar continuamente el piso del horno es forrarlo con papel aluminio, una o dos capas: de este modo, si hubiere algún derrame, solo bastará con reemplazar el papel, sin necesidad de fregar.

Poner una bandeja debajo. Si estás cocinando algo que pueda salpicar o volcarse, otra solución fácil es colocar debajo una bandeja o placa de horno más grande para atrapar los derrames de grasa y alimentos.

Limpiar de inmediato. Cuando algo hace burbujas sobre el piso del horno, se puede espolvorear sal sobre la zona afectada y continuar la cocción. Después de retirar la comida y apagar el horno, limpiar el derrame inmediatamente con una esponja húmeda o una solución de vinagre y agua. El horno se debe limpiar mientras está todavía caliente para evitar el apelmazamiento y la carbonización de las suciedades.

Cómo limpiar el horno

1. Quitar todas las rejillas del horno y ponerlas a remojar en una pileta con agua caliente o tibia mezclada con unas gotas de detergente. Si tu pileta no es lo suficientemente grande como para dejar remojando las rejillas del horno, utilizá la bañera en su lugar. Sin embargo, luego tendrás que limpiar a fondo los restos de grasa de la bañera. Podría necesitar una hora de remojo para que se ablanden bien todas las suciedades de las rejillas. Pasarles una esponja de metal, enjuagar y secar, antes de volver a colocarlas en el horno.

2. Retirar todos los restos de alimentos que hayan caído dentro del horno y estén sueltos, como migas y otros pequeños trozos de comida. Para ello, basta con mojar la esponja en agua jabonosa y pasarla por el interior del horno. Los restos de condimentos y similares adheridos al esmalte, en grietas y entre las gomas de la puerta, pueden eliminarse con ayuda de un cepillo de cerdas suaves o un paño seco.

3. La puerta del horno se limpia con agua, líquido limpiavidrios y un paño suave. No hay que olvidar limpiar también el panel de mando y los controles.

4. Evitá el uso de productos químicos o abrasivos si el horno tiene paredes texturadas o de porcelana. Si es necesario, utilizá una solución con vinagre y agua para limpiar las paredes. Usá guantes de goma para proteger tus manos.

5. Hacer una solución casera para la limpieza. Colocar en una botella de 1 litro con rociador, 4 cucharadas (50 gramos) de bicarbonato de sodio y llenar con agua. Agitar la botella para humedecer y disolver el bicarbonato de sodio.

6. Rociar con este preparado el interior del horno en frío, centrándose en las áreas quemadas y manchadas, hasta que el carbón esté completamente saturado. Rociar el área con más solución de bicarbonato de sodio sobre la marcha para que se afloje más fácilmente. Evitá rociar la puerta de vidrio del horno, ya que el bicarbonato de sodio puede quedar atrapado entre los cristales.

7. Para los hornos muy sucios, aumentar la proporción de bicarbonato de sodio para obtener más una pasta que un líquido. No te preocupes en usar bicarbonato de sodio en exceso. Cuanto más uses, más fuerte es la reacción química entre el bicarbonato de sodio y el carbón. Extendé esta pasta por todas las áreas quemadas y permití que la solución o pasta actúe por lo menos una hora. Después de una hora, probá en un área para ver si la parte carbonizada se ha aflojado. Si aún está duro como una roca, rociar de nuevo con la solución de bicarbonato de sodio y dejar reposar por una hora más.

8. Si el área queda lo suficientemente floja como para que se agriete, utilizá un raspador para eliminar el carbón suelto. Barré los restos desprendidos. Utilizá un cepillo pequeño y un recogedor.

9. Pero si hay gruesas costras de grasa acumuladas y no basta con estos materiales, hay productos especiales para quitar la mugre pegada en el horno. Estos contienen productos químicos que pueden ser perjudiciales para respirar, así que se recomienda usar una mascarilla y guantes. Por lo general, hay que atomizar el producto en las paredes y dejar que la solución penetre en las secciones calcinadas. Después de cierto tiempo, la suciedad se ablanda y será más fácil quitarla con agua o con un trapo seco.

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