“No hemos enviado fuerzas militares por el momento. Solo instructores y expertos. Solo eso”, dijo Erdogan a la agencia Anadolu en el avión en el que regresaba de la conferencia internacional celebrada ayer en Berlín para buscar una salida a la guerra civil en Libia.
El presidente turco había declarado anteriormente la intención de Turquía de enviar diferentes equipos a Libia bajo el mando de militares turcos, sin especificar detalles de la composición de dichas tropas.
“Wagner (empresa privada rusa) tiene a 2.500 empleados de seguridad allí. ¿Por qué no preguntan por eso? Cuando lo preguntamos, nadie ofrece respuestas. No solo Wagner. Sudán tiene a unos 5.000 soldados. Chad, Nigeria, también Egipto”, aseguró Erdogan.
En la conferencia de Berlín se acordó que los dos bandos enfrentados y sus aliados extranjeros deben respetar el alto el fuego y el embargo de armas, por lo que la presencia de tropas turcas supondría una violación de ese acuerdo.
En la cumbre, en la que, además del Gobierno de Trípoli y Hafter, participaron también EE.UU., Rusia, Francia, Italia y Reino Unido, se reclamó de los dos bandos una “suspensión sostenida de las hostilidades” y se pidió pasos “creíbles” y “verificables” hacia el alto el fuego, incluido el “desmantelamiento” de grupos armados y milicias.
El Parlamento turco autorizó el pasado 1 de enero el envío de tropas a Libia. Desde entonces, 34 militares turcos han llegado a Libia para tareas de entrenamiento, aunque varios medios de Turquía han publicado que Ankara ha reclutado a combatientes de diversas milicias sirias para usarlos como fuerzas de combate en el país norteafricano.
El pasado día 5, Erdogan declaró: “Como fuerza de combate tendremos a diferentes equipos allí. No serán soldados nuestros. Estos diferentes equipos trabajarán como fuerza de combate. Pero la coordinación estará en manos de militares nuestros de alto rango”.