El líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kiliçdaroglu, se negó a acudir al servicio religioso tras oponerse a la conversión de la antigua basílica, y posterior museo, informó el rotativo Cumhuriyet.
Se espera que entre 1.000 y 1.500 personas participen en el primer rezo en Santa Sofía, entre ellas el propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, según confirmó a la prensa el portavoz de la presidencia, Ibrahim Kalin.
Por el momento han confirmado su asistencia otros dirigentes, como el ministro de Exteriores de Qatar, Mohamed Bin Abdulrahman Al Thani, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
Según ha avanzado el Gobierno turco, en la antigua basílica se desplegará una alfombra turquesa de 4.000 metros cuadrados para el rezo, y unas cortinas cubrirán los frescos y mosaicos cristianos porque el islam prohíbe las imágenes en los templos.
Durante la ceremonia religiosa se habilitará una zona para que las mujeres recen por separado.
La antigua basílica, construida en el siglo VI, fue transformada en mezquita tras la conquista otomana de Constantinopla en 1453 y mantuvo esta función hasta 1934, cuando bajo el mandato del entonces presidente, Mustafa Kemal Ataturk, se la convirtió en museo, como parte del proceso de separación del estado de la religión en ese país.
Santa Sofía es el monumento turístico más importante de Turquía, con unas 3,7 millones de visitas en 2019 (unas 10.000 diarias), que dejaban hasta ahora unos ingresos anuales de unos 50 millones de euros (unos 57 millones de dólares).
Ankara ha asegurado que el edificio seguirá abierto al público en general, con entrada gratuita.