CIUDAD DE GUATEMALA (AFP, EFE). “Con la finalidad de mantener la gobernabilidad del país y la paz social, hemos acordado suspender el trámite del presupuesto de ingresos y egresos del Estado y del Organismo Legislativo 2021”, informó el presidente del Parlamento, el oficialista Allan Rodríguez, en un mensaje a la nación por el canal del Congreso.
El Congreso, en su mayoría integrado por el oficialismo y partidos afines a Giammattei, aprobó el martes pasado un presupuesto récord para 2021, propuesto por el Ejecutivo, de casi 12.800 millones de dólares.
Con 17 millones de habitantes, Guatemala es uno de los países más pobres de América Latina.
El ahora retirado presupuesto disponía que el 63% de sus fondos para el funcionamiento del Gobierno, mientras que otro 20% será para inversión y un 15 por ciento para el pago de deudas.
Pero varios sectores de la ciudadanía reclamaron porque el presupuesto no priorizaba el combate a la pobreza, que afecta al 59,3% de los casi 17 millones de habitantes, según cifras oficiales, y dejaba de lado la educación y la salud, en momentos en que la pandemia deja más de 4.000 muertos y casi 120.000 contagios.
Sin embargo, privilegió el desarrollo de infraestructura, beneficio que recae en las firmas constructoras.
Con esta suspensión, ahora los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según la ley.
De lo contrario, seguirá vigente el que regía este año, por unos US$ 10.390 millones. Para el jefe del Parlamento, esta situación creará un “espacio de discusión para la gobernabilidad del país”.
El vicepresidente del país, Guillermo Castillo, que el pasado viernes ofreció a Giammattei dimitir juntos “por el bien del país”, pidió el domingo último al Ministerio Público que investigue tanto la quema de oficinas del Congreso como el accionar de la policía frente a los manifestantes.
Corrupción
El país, donde se suceden las denuncias por corrupción así como demoras en la designación de jueces, ya vivió en 2015 la renuncia del presidente Otto Pérez por un caso de fraude aduanero.
La indignación social de estos días responde también a la opacidad con la que se han manejado los recursos destinados a la pandemia de coronavirus, así como el rechazo que despierta la creación de un superministerio dirigido por una persona cercana al mandatario.
El Congreso había aprobado préstamos por más de 3.800 millones de dólares para atender la pandemia, pero apenas un 15% de esos recursos llegó a los guatemaltecos, según datos oficiales y fiscalizadoras independientes.
El manejo de la crisis sanitaria por parte de Giammattei ha sido criticado por su propio vicepresidente, la oposición y sectores sociales, que denuncian carencias en los hospitales y deficiencias para atender a los sectores más afectados por los confinamientos.
¿Hacia dónde va esta crisis?
Las protestas en Guatemala se suceden luego de una reciente crisis política en Perú, que comenzó con la destitución de un presidente, la renuncia de otro cinco días después y el nombramiento de un tercero, en medio de manifestaciones que exigían el fin de la corrupción y la inestabilidad política.
Chile también fue escenario de manifestaciones en demanda de reformas para reducir la desigualdad.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo que invocará la Carta Democrática Interamericana ante lo que considera una amenaza a su “legítimo ejercicio de poder”.