Las obras de ampliación no paran en el camposanto Nossa Senhora Aparecida, cerca del río Negro.
Bajo el agobiante sol del trópico, los obreros abren nuevos lotes y empiezan a levantar estructuras verticales, que acogerán de 2.000 a 3.000 cuerpos.
Desde su habilitación hace seis décadas, Nossa Senhora Aparecida alberga a unos 130.000 difuntos, según datos de la alcaldía de esta ciudad de 2,2 millones de habitantes.
En las últimas dos semanas, Manaos registra un promedio de más de 100 entierros de víctimas de covid-19 por día, con un récord de 213 el 15 de enero.
En Nossa Senhora se realizan más del 75% de las inhumaciones de la ciudad, según datos de 2019.
Aunque casi la mitad (1.419) de los 3.165 entierros en Manaos hasta el 22 de enero se debieron a la pandemia, esa alta cifra muestra también la crisis del sistema de salud.
Los números son solo una forma de dimensionar la tragedia, cuya verdadera magnitud se siente en los recovecos del Nossa Senhora Aparecida.