De nuevo el actual primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, parte como favorito -según los sondeos- pero sin garantías de alcanzar mayorías parlamentarias que saquen al país del largo bloqueo político.
Hoy su partido roza el umbral mínimo para entrar en el Parlamento israelí (Knéset). Ádemás, los israelíes aguardan con cautela el avance de los procesos que afronta el Premier por presunta corrupción.
Las principales fuerzas políticas para estas elecciones son la centrista Yesh Atid (Hay Futuro) de Yair Lapid y las derechistas Nueva Esperanza de Guideón Saar y Yamina de Naftalí Benet.
Concurren, aseguran, para reemplazar a Netanyahu, quien hasta ahora solo consiguió comprometer para un futuro Gobierno a sus socios tradicionales ultraortodoxos, Shas y Judaísmo Unido de la Torá, y a la ultraderecha del Partido Sionista Religioso.