De acuerdo con Borrell, con semejante despliegue militar “el riesgo de una mayor escalada es evidente”.
“Este refuerzo militar debe cesar y pedimos a Rusia que inicie una desescalada”, dijo Borrel.
Grupos separatistas prorrusos en Ucrania controlan dos regiones en la frontera con Rusia, desde 2014, además de la anexión por Rusia de la península de Crimea.
El conflicto, en una tregua desde entonces, pero con permanentes roces, incluso fatales ha provocado más de 13.000 muertos y casi 1,5 millones de desplazados.