Covid asuela Paraguay, Argentina y Uruguay

La pandemia tiene arrinconados a los países australes de América Latina, donde ni la política permisiva de Uruguay ni los confinamientos obligatorios de Argentina han impedido que lideren la tasa mundial de mortalidad por covid-19, al igual que el Paraguay.

TASA MUNDIAL DE MORTALIDAD POR COVID-19
TASA MUNDIAL DE MORTALIDAD POR COVID-19AFP

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MONTEVIDEO (AFP). Quince meses después de que el virus apareció en la región, esos países atraviesan hoy el peor momento de la crisis sanitaria.

La excepción es Chile, donde se observa “un descenso gradual de los nuevos casos”.

Uruguay, de ocupar titulares internacionales por su modélica gestión de la pandemia, pasó a coronar el ranking de decesos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con 22, según datos a partir de cifras oficiales.

Por su parte, Paraguay también comenzó muy bien, siendo de los primeros países del mundo en declarar una cuarentena nacional que contuvo la propagación inicial, pero la corrupción endémica terminó arrasando todo, robándose la clase política y administrativa inmensos recursos que debían destinarse a mejorar el sistema de salud, ya precario, precisamente por la corrupción y mala administración gubernamental.

La falta de insumos y vacunas es crítica en Paraguay.

Solo 3% de la población de 7,3 millones está vacunada.

Actualmente registra 19 muertos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas.

Le sigue Argentina, con 15. Colombia tiene 13,5; Brasil 12,4; y Perú 11,4 en Sudamérica.

Con 3,6 millones de habitantes, Uruguay muestra hoy valores “históricos” de ingresos de pacientes covid a cuidados intensivos (CTI), dijo Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva.

Para mantener andando la economía, el presidente Luis Lacalle Pou preconiza la “libertad responsable” de los ciudadanos.

Un ritmo intenso de inmunización –28% de la población completamente vacunada y 47% con una dosis– no ha redundado claramente aún en la curva de contagios y muertes, como sí está ocurriendo en Chile.

El hastío se hace notar en Argentina tras un 2020 de horarios acotados de salida, toques de queda o confinamientos totales.

Adopción tardía de medidas, falta de vacunas, o el comportamiento irresponsable, explican la voracidad de esta nueva ola.

Unos 8,7 millones de los 45 millones de ciudadanos (menos del 20%) han recibido la primera dosis y 2,4 millones tienen la pauta completa.

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